Izzy es lesbiana, Mia y Pearl son negras, Elena tuvo un gran amor... La nueva serie protagonizada por Reese Witherspoon y Kerry Washington que está emitiendo Amazon Prime revisita el libro superventas de Celeste Ng Pequeños fuegos por todas partes para imprimirle un carácter nuevo. Las diferencias entre el libro y película son en este caso muy llamativas, tanto que incluso se ofrece un final (que no diré) diferente. ¿Aciertan?
Little Fires Everywhere, la serie ha tomado el nombre en inglés, sigue los destinos entrelazados de una familia acomodada y modélica, los Richardson, y de una enigmática madre y su hija que les harán cambiar sus vidas de forma radical. La maternidad y las diferentes formas de ejercerla son el tema que subyace a la maraña de secretos, conflictos de identidad, raciales o sexuales que plantea la versión televisada. Todo salpicado de una alta dosis de drama y también refinamiento, muy en el estilo del Big Little Lies de Reese Witherspoon. Y sí, el producto final resulta atractivo y engancha.
Y para conseguirlo, es cierto, ha sido necesario modificar y sacrificar algunas de las partes más interesantes del libro escrito por Celeste Ng en el 2017. Así, la profundidad del personaje de Elena, que interpreta Reese Witherspoon, queda muy mermada, ya que sus intensos monólogos interiores se sustituyen por una vieja aventura amorosa y unas relaciones más tensas con su hija menor. Una hija a la que en el libro se insinúa rebelde y singular y que en la serie pasa a ser abiertamente lesbiana. Los tiempos cambian.
Sin duda, la mayor sorpresa es que la madre y la hija que rompen la estabilidad de los Richardson, Mia (Kerry Washington) y Peral (Lexi Underwood), son negras. Un detalle que en libro jamás se menciona por lo que el lector entiende que son blancas. El racismo, que estaba ya en la novela a través de la adopción de un bebé asiático, pasa a ser el eje central. En especial, ese de tipo inclusivo que tan bien pone en práctica la señora Richardson.