La canción de las 4.700 versiones

CARLOS PEREIRO

FUGAS

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Los del Río han participado en el videoclip del rapero estadounidense Tyga, que vuelve a situar a «La Macarena» como un éxito atemporal, capaz de aguantar los años y los aplausos

27 dic 2019 . Actualizado a las 07:38 h.

Dicen sus creadores, los incombustibles Los del Río, Antonio Romero Monge y Rafael Ruiz Perdigones, que La Macarena tiene más de 4.700 versiones diferentes. Es más que posible. Una década después de su estreno y reconocimiento mundial, seguía dando beneficios por valor de unos 60 millones de euros. Hoy, la canción ha dejado de ser canción para convertirse en himno, en mito, llámenlo equis. Desde hace unos días, cuenta con una versión -o revisión- más, la ideada por el rapero Michael Ray Nguyen-Stevenson, Tyga. Solo en YouTube ya cuenta con veinte millones de reproducciones.

Su grito de guerra, ese rotundo «¡Hey, Macarena!» simula ser una fuerza de la naturaleza que mantiene todo el brillo intacto. El músico estadounidense no se ha querido deshacer de ella, es más, ha bautizado su versión como Ayy Macarena. Cuando la canción llegó a su país, en el año 95, debía tener unos 5 o 6 años. Quizás por eso, como un viaje a la nostalgia de la infancia, Tyga también se vista como el personaje de La Máscara, interpretado en su día por Jim Carrey, y juntar una serie de símbolos de otro tiempo, de otro siglo.

UN HITO

Los del Río volaron hasta Estados Unidos para colaborar en el videoclip, saliendo en el principio del mismo, cantando sonrientes frente a la cámara, para luego volver como gánsteres armados que ríen al lado del rapero. Todos los comentarios que uno haya en la red sobre la pieza audiovisual versan alrededor de su presencia. Hay que entenderlo. La canción original se mantuvo catorce semanas seguidas en el número uno de la lista Billboard. Por si le parece trivial, este hito solo lo han conseguido otros dos artistas en la historia: The Black Eyed Peas, con I Gotta Feeling; y Mark Ronson con Bruno Mars, con Uptown Funk. Llegó a sonar en la Super Bowl o los Juegos Olímpicos de Atlanta; hasta Bill Clinton la utilizó durante su campaña de reelección.

En Estados Unidos la canción es un sinónimo de leyenda musical atípica, por eso haber contado con los creadores de la obra original es todo un gol que el rapero estadounidense se ha permitido disfrutar. Es posible que muchos de sus vecinos ni siquiera creyeran que Los del Río aún estaban de pie, disfrutando de la vida y sus gentes. Pero lo están, como siempre lo han estado, dueños de la canción con letra en castellano más exitosa de nuestro tiempo y que difícilmente se puede igualar en números.

El origen de su concepción se vislumbra en Caracas, a finales de 1992. Allí habían acudido Los del Río a actuar en la casa del empresario Gustavo Cisneros, otrora dueño de Galerías Preciados.

Una frase inspirada

Una fiesta, quizás como tantas otras, que contaba con invitados de relieve, como Carlos Andrés Pérez, presidente de Venezuela por entonces. Allí apareció la joven Diana Patricia Cubillán, estudiante de flamenco en la escuela de Tatiana Reyna. Allí, Antonio Romero dice que la frase surgió veloz e inspirada: «Dale a tu cuerpo alegría, Magdalena, que tu cuerpo es pa’ darle alegría y cosas buenas». Al llegar al hotel la idea persistía en su cabeza. Cambió el nombre, tal y como usted adivina -Romero eligió el nombre de una de sus tres hijas- y qué decir. El resto es historia. Una historia que añade un nuevo capítulo en forma de versión, pero que está lejos de terminar. Pronto saldrá otra, y tiempo después, otra. La Macarena y su baile forman parte de la cultura popular del siglo XX tanto como cualquiera de las obras de Spielberg.

Fieles a sí mismos, el dúo posee un estudio en Dos Hermanas, en Sevilla. El auditorio de la ciudad lleva su nombre. Allí viven, un cuarto de siglo después de besar el éxito con una canción surgida en una fiesta a miles de kilómetros de su hogar. En el 2017 se les concedió el Grammy a la Excelencia Musical. Quizás una de las más altas distinciones internacionales a las que puede aspirar un artista. Unos cincuenta años antes, hacia finales de los sesenta, cantaban en las fiestas de la zona por 300 pesetas. Todo ha cambiado, y sin embargo parece que Los del Río se han mantenido en esa cuerda artística de la sonrisa. La Macarena.