El grupo se consagró este año con 5 galardones en los premios de la Música Independiente
26 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Hace poco más de un año eran el secreto mejor guardado del rock español. Cada uno de sus conciertos suponía para el público un cautivador descubrimiento. El factor sorpresa ha ido desapareciendo. El elemento cautivador, no. Sus composiciones te atrapan un laberinto de emociones que desteje con feroz dulzura la turbadora voz de Nina.
Los premios MIN de la Música Independiente del 2019 han consagrado definitivamente a Morgan. El quinteto madrileño consiguió cinco galardones y no precisamente menores: mejor álbum del año, mejor álbum de rock, mejor artista, mejor directo y mejor producción. Como reconoce su baterista, Ekain Elorza, «Ya nada será igual, seguramente ya solo nosotros podremos seguir siendo los mismos».
-¿Cómo estáis viviendo todo lo que está aconteciendo en torno a Morgan?
-Disfrutando un montón. Estamos intentando vivirlo de la manera natural posible pero al tiempo somos conscientes de que todo esto que nos está pasando es un milagro. Es un desfase. No hemos parado de tocar en tres años. Pero lo que más nos ilusiona es lo que viene.
-¿Qué es lo que viene?
-Este año, terminar la gira de Air, a la que aún le quedan unos 60 conciertos. Y para el año que viene tenemos intención de desaparecer un poco del mapa aquí, salir fuera de España a girar y a la vez grabar el tercer disco. El 2020 tiene muy buena pinta.
-¿Cómo recuerdas la noche de los cinco premios MIN?
-En aquel momento no fui muy consciente de lo que estaba pasando. Estábamos nominados para 6 premios y vas a la gala pensando “bueno, al menos uno nos caerá”. Pero de ahí a ser los protagonistas con 5 premios… Bastante flipante, la verdad.
-¿Cuál fue el que más ilusión te hizo?
-El de mejor directo. Porque es algo que cuidamos mucho. Intentamos que cada concierto sea como un viaje, que tenga un inicio, un nudo y un desenlace. Con sus momentos intensos, con sus momentos íntimos, con sus dinámicas… Es algo que trabajamos de verdad.
-No sois un grupo con perfil festivalero y estáis en todos. No sois un grupo con perfil indie y os dan 5 premios MIN… ¿Por qué encaja tan bien Morgan?
-Creo que precisamente por eso, por no seguir la línea que impera en estos últimos años. Es cierto que hemos caído en gracia pero no sé muy bien por qué. Supongo que por no ser otra banda más haciendo un poco lo mismo que se lleva haciendo en los últimos diez años.
-Morgan gana mucho en intensidad en formatos íntimos. Ahora vais a festivales y llenáis grandes salas y teatros. ¿Cómo se mantiene esa intensidad?
-En eso nosotros fuimos los primeros sorprendidos. En festivales como el BBK Live, Son do Camiño o en el Jazzaldi de Donosti nos dimos cuenta de que el repertorio funcionaba también en escenarios grandes y con mucho público nuevo. Las propias canciones cogían como otra dimensión. Eso nos dio mucha confianza. Este verano, que además estaremos en mejores horarios, vamos ya más seguros y tranquilos.
-Hay un elemento que creo que da fe de la consolidación de la banda. Hasta hace bien poco todas las referencias a Morgan llevaban la coletilla «el grupo de Nina de Juan». Hoy ya no.
-[Se ríe] Entendemos perfectamente que Nina llame muchísimo la atención porque tiene un talento que yo no lo he visto en nadie. Pero al final somos una banda al cien por cien y todos aportamos lo nuestro. Todas las ideas se contemplan y aquí todos opinamos de todo.
-En tu caso, tú vienes de grupos de muy distinto calado al de Morgan. ¿Cómo fue tu adaptación?
-No muy difícil porque yo he estudiado mucho el instrumento. Sí que es verdad que las bandas que he tenido desde que empecé han tirado más hacia el metal y el rock más cañero. Pero en el momento en el que me enamoré no solo de la música sino del instrumento y empecé a estudiarlo a fondo descubrí un montón de bateristas, de sonidos, de estilos... Metí un millón de horas estudiando pero no tenía una banda en la que poner en práctica todo eso nuevo que había aprendido. Cuando me siento a tocar con Cobra o con Dinero toco como cuando tenía 17 años. Cuando toco con Morgan le saco partido a todo lo que he aprendido hasta el día de hoy. El principal problema que tuve al principio, no solo yo sino todos los que formábamos la banda, era que no sabíamos a dónde iba el grupo, ni exactamente qué estábamos haciendo. Teníamos las composiciones que nos traía Nina a piano y voz pero no sabíamos muy bien a dónde llevarlas. Evidentemente a partir del momento ene l que sacamos el primer disco la idea del grupo ya quedó perfectamente definida y hoy sabemos con precisión hacia dónde vamos y qué buscamos.
-Tú formabas parte de Dinero, que era una banda con mucha proyección. ¿Qué te interesó de Morgan para involucrarte en el proyecto?
-En un principio la amistad. A Paco López (guitarrista de Morgan) lo conocí en el 2004, cuando estábamos estudiando en Los Angeles. Y a Nina un año después. Ella tendría 15 años o así. Y nos hicimos amigos. De salir, de cañas… Un buen día Nina nos enseñó una grabación con tres temas suyos y nos quedamos flipados. Así que decidimos por pura amistad echarle una mano para terminar aquellas canciones y grabar su disco. Lo que no podíamos imaginar era que aquello cogiese la dimensión que ha cogido. El disco lo editamos nosotros. Quinientas copias. Hicimos un concierto de presentación en la sala Sol, y ya. Ese era el plan. No había más. Era un disco de soul, rock y música americana tradicional cantado en inglés. Algo que se ha hecho mil veces. ¿Cómo íbamos a imaginar que fuese a pasar lo que ha pasado? Era mejor no hacerse demasiadas ilusiones.
-Y ahora, ¿cuáles son ahora las ilusiones?
-Ver qué pasa en el extranjero y hacer canciones nuevas. Acabamos de empezar a componer y sigue habiendo magia. Esa es la ilusión.
??? pontevedra TEATRO PRINCIPAL SÁBADO, 12.30 ENTRADAS AGOTADAS ??? NARÓN PAZO DA CULTURA SÁBADO 4 de mayo, 20.00 18 EUROS