Javier Veiga: «El humor lo tenemos los ingleses y los gallegos, todo lo demás son copias»

FUGAS

ANGEL MANSO

El cómico de O Grove está entusiasmado con el encuentro internacional de humor que se celebrará en A Coruña en mayo: «Este caso nosotros lo vamos a pasar mejor que el público»

29 abr 2019 . Actualizado a las 13:31 h.

Javier Veiga (O Grove, 1973) está tan entusiasmado con el encuentro internacional de humor que se celebrará en A Coruña que asegura que son los propios cómicos los que se lo van a pasar mejor: «Me quedo a ver todos los espectáculos, los cuatro días: siempre se dice esa frase de “lo pasamos igual de bien nosotros que el público”, pero en este caso va a ser que no: lo vamos a pasar mejor nosotros [se ríe]».

-¿Qué tenemos los gallegos para hacer reír?

-Yo creo que el humor lo tenemos los ingleses y los gallegos, todo lo demás son copias. Tenemos un humor particular, algo que va en el ADN, que está en la calle, que es la ironía, la retranca, que es solamente nuestra, por lo tanto hay que explotarla y hacer bandera de ello.

-¿Eres más de humor escrito o te gusta la parte improvisada?

-La improvisación más vale que esté preparada. Me gusta mucho trabajar las cosas, darle vueltas y vueltas, pero luego en el espectáculo en vivo siempre hay algo que se improvisa, aunque más vale que vaya todo preparadito.

-¿Y qué es lo más difícil a la hora de llevar a escena un monólogo?

-Cuando preparas un espectáculo hay cosas que te parecían lo más gracioso previamente y eso después no funciona, y otras que eran casi de transición con las que la gente se parte. Nunca estás seguro, aunque cuanto más trabajas, más aciertas. La parte en la que el público se sorprende es la más divertida.

-¿Qué es lo que más le gusta al público?, ¿hay algo en común?, ¿lo más payaso?

-Al público le interesa todo tipo de humor, a mí también, desde el más payaso al más intelectual. El humor se basa en que te sorprendan, que algo inesperado aparezca en el escenario: cómo lo hace ese actor, o de qué manera lo suelta... La gente siempre se ríe de algo que no esperaba. No tiene por qué ser algo original, sino cómo se cuenta, cómo se dice: un gesto, una pausa... La sorpresa siempre causa humor.

-Sorpréndeme: ¿encuentras a algún político chistoso?

-Por desgracia, últimamente todos tienen demasiada gracia. Hacen el trabajo difícil porque son los reyes de la parodia, con lo cual ya no se pueden ni parodiar.

-¿A quién crees que sería más difícil hacer reír: a Trump o a Abascal?

-Yo creo que la faena es al revés: que ellos nos harían reír mucho, si no fuera por el miedo que dan. Pero no me parecen de sonrisa fácil. Justo ahora acaba de ganar las elecciones en Ucrania un cómico, que es un chiste de mal gusto, pero tal y como está el panorama, a lo mejor es preferible votar a un cómico.

-Tú no te vas a presentar...

-Te aseguro que no, la política es a lo último a lo que me dedicaría. Hay un refrán que dice que «Quien con niños se acuesta, meado se levanta»; pues quien con políticos se mezcla, acaba mal, acaba manchado.

-¿Un maestro del humor para ti?

-Hay muchos, pero ya que estamos en Galicia, creo que Julio Camba es un referente de un tipo de humor, y también de la gastronomía, que son mis dos grandes pasiones. Yo siempre he querido dedicarme a la hostelería, que era lo que hacía mi padre, pero he acabado en el humor, así que intento combinarlo. Ahora en la serie en la que estoy hago de crítico gastronómico, que es mi trabajo soñado.

-¿Eres más de carcajada a lo bestia o de media sonrisa?

-No, no. Yo cuando voy al teatro soy de partirme la caja y llorar a moco tendido, cuando es un drama. Soy buen público para todo, en ese sentido me alegro de no haber perdido eso del comienzo. Yo al principio iba como espectador y era lo que me gustaba, ese placer no lo he perdido.

-¿Uno de O Grove va a llegar a A Coruña con Perdomo, un koruño, para dar rienda suelta a esas diferencias norte-sur?

-Claro, hay que hacer un poco de sangre [risas], es inevitable. Sería imperdoable se non se fai.