Fans de Harry Potter, Hogwarts ya está aquí

Ana Montes

FUGAS

«Harry Potter: The Exhibition» ha llegado arrasando a Madrid. Tienes hasta abril para verla, pero las entradas, sin ser mágicas, se venden solas. El reto, sacarle jugo en media hora. La causa lo merece si te fascina su mundo

25 nov 2017 . Actualizado a las 10:08 h.

No hay nada escondido en tu cabeza que el Sombrero Seleccionador no pueda leer. Así que, dime cuál es tu casa preferida. Enhorabuena: ¡Gryffindor!». Bienvenido, acabas de entrar en la casa de Harry Potter, Hermione Grange y Ron Weasly, los magos más osados que J.K. Rowling creó cautivando al mundo entero. Aunque no vas a tener que subirte a la locomotora que lleva directa al castillo de Hogwarts cuando viajes a la gran exposición itinerante que ha elegido Madrid (Ifema) para exhibir los cientos de objetos y artefactos usados en la siete películas de la saga. Simplemente, sigue el recorrido y disfruta porque, aunque no seas de los que recitan párrafos de sus libros de memoria, te quedarás hechizado viendo a un palmo de tus narices la galería de cuadros móviles y parlantes, como el de la mujer gorda, o las Mandrágoras gritonas que podrás sacar del tiesto sin que te vaya la vida en ello.

VAMOS AL LÍO

Así que, derechitos pues a los dormitorios en Gryffindor de Harry y Ron, con su mantita de ganchillo sobre la cama y hasta con el vociferador que le envió su madre. Por supuesto, podremos ver las gafas, el uniforme de Harry Potter y el baúl con el que llegó a su nueva residencia con sus bombones impregnados de un filtro de amor. Si quieres detalles los tendrás a cientos: desde el mapa del Merodeador, la carta de admisión de Harry, el tablón de anuncios de Gryffindor o el huevo de oro que Harry rescata de las garras del dragón Colacuerno Húngaro.

En esta muestra, nada es imposible, así que hasta las asignaturas que los alumnos estudiaron en Hogwarts las podemos revivir en sus propias aulas como la de Herbología, la de Pociones, Adivinaciones y la de Defensa contra las Artes Oscuras. En ellas se han quedado atrapados los espíritus de los profesores Lupin, Lockhart, Umbridge, Snape y Trelawney porque a través de sus atuendos, sus pociones y bolas de cristal, o sus varitas mágicas -mostradas como joyas y accesibles en la tienda de souvenirs- los sentimos vivitos y haciendo de las suyas.

Salta pues del sofá gigante que está en la cabaña de Hagrid, el guardián de las llaves, y date una vuelta voladora planeando sobre la sala de Quidditch porque la alta temperatura de la competición con sus tecnoescobas se nota y se siente más cuando los uniformes y los objetos de los Mundiales, como los bates de golpeador y los periódicos deportivos y banderolas, están presentes. Y de paso, mete bola, que se puede.

A CLASE

Se nos queda pequeño y menos grandilocuente el gran comedor. Entendemos que irreproducible, pero sí lo es su esencia, con los lujosos vestidos del baile de Navidad de Harry Potter y el Cáliz de Fuego, y los HoneyDukes que nos quitan el mal sabor de haber tenido que atravesar antes el Bosque prohibido con la acromántula y el centauro. ¿Y Lord Voldemort y los Mortigafos? Sí, él también deja su marca tenebrosa en esta muestra en la sala de las Fuerzas Oscuras.

Dónde. Ifema-Madrid. Cuándo. Hasta el 2 de abril del 2018. Precio. Desde 13,90 euros