El nuevo icono pijo
Superada la fase anecdótica, a Taburete se le intenta colocar en la cadena de los Hombres G y El Canto del Loco. A ellos -que bromean diciendo que parece que ya hayan «pasado de ser el grupo de los 'hijos de' al grupo de los pijos»- no les desagrada el símil: «Musicalmente, no nos parecemos nada a los Hombres G. Pero en el fenómeno de fans y de crear una especie de forma de vida sí que puede parecer. También, a El Canto del Loco. Ojalá lleguemos a eso. Es el grupo de pop más importante que ha habido aquí. Además nos gustan». ¿Y hacer una gira con la banda de David Summers como hicieron en su día Dani Martín y sus chicos? «Nosotros encantados. Estamos dispuestos a todo».
La música de Taburete dibuja conexiones con la rumba-pop de Estopa o los boleros actualizados de Café Quijano. A todo ello se le aplica un toque mexicano, otro de canalleo fiestero y una caricia de melodía. Es lo que se puede encontrar en Tres Tequilas (2015) y Dr. Charas (2016). Y lo que se amplifica en unos conciertos que, aseguran, son «mucho más cañeros y rock que los discos». En ellos se desatan las pasiones. «Hay mucha histeria y mucho karaoke colectivo -adelanta Anchón-. La gente quiere cantar todas las canciones».