El gran pecado de la avaricia sin medida

FUGAS

Detalle de una de las ilustraciones de Federico Delicado para el relato de Roald Dahl publicado por Nórdica
Detalle de una de las ilustraciones de Federico Delicado para el relato de Roald Dahl publicado por Nórdica

El dinero quiere dinero. Hasta la rapacidad sin límites. Es un mal muy común y el que aqueja a los dos feos protagonistas -es verdad que en algún momento la ternura amaga juguetona y engañosa con insinuarse- del relato para adultos de Roald Dahl «El librero», que el sello Nórdica individualiza en un bello volumen ilustrado. La única pega del libro es que el manjar sabe a poco, por breve. Y el lector, sí, querría más... cuento

15 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque quizá más popular por sus cuentos infantiles -James y el melocotón gigante (1961), Charlie y la fábrica de chocolate (1964), Las brujas (1983), Matilda (1988)-, la panoplia de relatos para adultos del escritor galés Roald Dahl (Llandaff, 1916-Oxford, 1990) es realmente extraordinaria, un motivo permanente de regocijo para el lector. La ilustración de Federico Delicado que ocupa la portada de El librero ya adelanta -con esos rostros de duras y embrutecidas facciones que parecen deformados por la lascivia- que este libro hermosamente dispuesto por el sello Nórdica -coincidiendo con el centenario del nacimiento del autor británico- no está dirigido a los más pequeños; de hecho, fue publicado originalmente en la revista Playboy, en 1987. La afilada pluma de este narrador -novelista, dramaturgo, poeta, memorialista, guionista- luce vibrante en la traducción del escritor y periodista gallego Xesús Fraga, que respeta el lenguaje conciso, directo, áspero, y a la vez atravesado por un negro sentido del humor, cuyo cruel vitriolo de sutileza british evoca en algunos pasajes malévolos al gran maestro Saki. La perversidad de sus personajes -el señor Buggage (librero) y la señorita Tottle (su ayudante)- aflora sin estridencias, dentro de una actividad tan anodina como la que pueda desarrollarse en la trastienda de una tienda de libros raros. La avaricia sin medida -ese sordo pecado- gobierna sus vidas mezquinas hasta la esfera de lo más íntimo y es así el cemento macabro que soldó las vulgares existencias de dos personajes que no parecen tener uno del otro una alta opinión, pero que no cuestionan una relación desigual -sexista- y sólidamente erigida sobre la codicia y un negocio de unos muy dudosos mecanismos. El lector encontrará el asunto tratado de una rabiosa actualidad, vía Panamá. La distancia con lo narrado -sin sentimentalismos, ni juicios, ni medias tintas- redondea en Dahl la sencilla pero perfecta eficacia del relato. Disfrútenlo.

El librero. Relato. Roald Dahl. Traducción de Xesús Fraga. Ilustraciones de Federico Delicado. Editorial Nórdica Libros. 73 páginas. 19,50 euros