

Ramón Trigo (Vigo, 1965) recibió, entre otros premios, el Isaac Díaz Pardo 2015 por el libro Leviatán, el Lazarillo de Álbum Ilustrado 2012, Álbum Ilustrado Cabildo de Gran Canaria 2007 y Álbum Ilustrado Ciudad de Alicante 2005. Fue seleccionado en la lista White Ravens 2006 y 2011. www.ramontrigo.com
-¿Qué te llevarías a una isla desierta?
-Las gafas.
-¿Quién o qué fue la causa de que te hicieras ilustrador?
-Yo estaba más encauzado hacia el mundo del cómic cuando el escritor gallego Oli y la editorial Kalandraka me propusieron mi primer álbum ilustrado.
-¿De qué trabajo te sientes más orgulloso?
-De mi último libro, Leviatán. Es el que más se aproxima a lo que quiero hacer.
-¿Cuál es tu ilustrador favorito de la historia?
-Edward Gorey.
-¿Un ilustrador emergente al que seguirle la pista?
-Hay muchos ilustradores jóvenes muy interesantes. Lo último que llamó mi atención fueron unas ilustraciones de Cesar Barceló.
-¿Cuáles son tus influencias?
-Sobre todo, el expresionismo, tanto pictórico como cinematográfico.
-¿Crees que es importante la enseñanza del dibujo en la escuela?
-Por supuesto. Hay aptitudes y capacidades que se desarrollan exclusivamente en las asignaturas de artes plásticas.
-¿Por qué la ilustración no es aceptada en los museos de arte contemporáneo?
-Por desgracia en el mundo del arte, como en otros ámbitos de la vida, sigue habiendo quien pretende dividirlo todo en compartimentos estancos.
-Si no fueras ilustrador, ¿qué te gustaría ser?
-Gaviero.
-¿Cómo sabes que una ilustración está acabada?
-Cuando me lo susurra al oído.