Endosar a los Magos la responsabilidad de la gestión

José Manuel Rubín SIETE DÍAS, SIETE VOCES

FIRMAS

04 ene 2015 . Actualizado a las 04:00 h.

A unque el titular de primera de ayer de La Voz («La economía arranca el año con optimismo») y la feliz noche de los Reyes Magos de mañana, animaban a comenzar esta primera crónica del 2015 con un grito de esperanza, las noticias del nuevo año («100 comercios bajan la persiana en Ourense», «Los sindicatos denuncian colapso en las urgencias», «Ourense cerró el año con seis víctimas más en accidentes», «La escasez de vigilancia incrementa el saqueo de puntos limpios»?), frenan cualquier atisbo de euforia por mucho que la economía inicie el 2015 con un plus de exaltación. Pensé también en escribir una carta a los Reyes pero me topé con la del todavía alcalde de la capital. Ante su retahíla de frases hechas arrancadas de hemerotecas inmemoriales («un hotel balneario na antiga cárcere», «que todo o mundo consiga un traballo», «que os nenos teñan un regalo», etc., etc.) desistí de la misiva al observar como uno de los culpables de la situación quiere endosarle la responsabilidad a unos reyes virtuales. Ya es hora de que los políticos dejen de decir chorradas y se dediquen a la gestión de las cosas sin imploraciones ante personajes tan ejecutivos en la solución de lo concreto como los Magos de Oriente, san Roque o el apóstol Santiago. Un socialista como el regidor no puede ampararse en la tradición cristiana para intentar solucionar, por ejemplo, la situación de la vieja cárcel que lleva desde los ochenta, con gobiernos de uno y otro color, esperando que alguien la ponga, más allá de prédicas electorales, al servicio de la sociedad. Al político hay que exigirle menos fe del carbonero y más diligencia en su trabajo.

La pregunta. Ninguna institución ha respondido al requerimiento de la Diputación de Ourense para aportar examinadores en las oposiciones. En teoría, todo el mundo clama contra el sistema que durante décadas convirtió en trabajadores fijos de la Diputación a los familiares y amigos de los cargos del Partido Popular. En la práctica, nadie da un paso para sanear el viciado sistema. Lo intentó el actual titular de la entidad, Manuel Baltar, dándole voz y voto en el proceso a toda la sociedad gallega. Nula respuesta. Ni las universidades, ni los ayuntamientos, ni las otras tres Diputaciones, ni Xunta de Galicia, ni el Estado enviaron sus representantes para los tribunales de las oposiciones en marcha en la Diputación de Ourense. La pregunta es la siguiente: ¿Es el caciquismo exclusivo de un apellido, como quieren hacernos ver, o es la expresión de un modo de ser y de entender la vida pública que anida en la sociedad? Me temo que más lo segundo que lo primero.

La frase. «Cortarnos la luz con esta temperatura es inhumano; nos estamos congelando», dijo un trabajador de la red de quioscos de Cogami (Confederación Galega de Minusválidos) al lamentar que la empresa, que lleva desde octubre sin pagarles y sin suministrarles mercancía, les haya cortado luz y calefacción. Si siempre son lamentables estás situaciones lo son más cuando, como es el caso, la empresa se nutrió, y nutre, de millones de euros de fondos públicos que le llegan del bolsillo de todos para colaborar en su lucha contra la discapacidad.