La irregularidad y la presión le pasaron factura en el Mundial júnior
28 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Ana Peleteiro probó el sabor de la derrota. La barbanzana no pudo retener su cetro mundial en el triple salto júnior en un concurso de primer nivel en donde no encontró el salto de 14 metros que necesitaba para colgarse una medalla. Se quedó en 13,71, muy lejos de su nivel real. Por encima se encontró con Diallo, una francesa que voló hasta los 14,44 metros, un territorio todavía por explorar por la gallega. La cubana Povea y la china Li, que completaron el podio, también superaron la barrera de los catorce.
Peleteiro Brión defendía título tras dos años plagados de cambios. En ese intervalo no ha conseguido superar los 14,17 metros que le dieron el oro en Barcelona, aunque era la única de todas las finalistas que había superado los 14 metros esta temporada. Por siete centímetros en el mes de mayo en Salamanca. Pero la prueba de Eugene puso el ránking patas arriba. Rouguy Diallo superó en 70 centímetros su mejor marca personal, los 13,77 que le llevaron a liderar la calificación, y Povea se superó a si misma en 34 centímetros, en uno más que la china Xiaohong Li.
Al margen del nivelón que presentó el concurso de Estados Unidos, el sexto puesto final de la triplista gallega se convierte en un reflejo de la irregularidad que le ha perseguido a lo largo de toda la temporada. Ana no ha podido estabilizar la frecuencia de sus saltos por encima o en torno a los 14 metros, una distancia que ha demostrado tener controlada en más de una ocasión.
En Eugene pudo aparecer también la pesada losa de la responsabilidad. Por primera vez la barbanzana era el centro de atención en una gran cita mundial y la indiscutible favorita. Y Ana comenzó el concurso con un nulo que le hizo ir ya a remolque el resto de la competición. Máxime, al comprobar que el primer salto de Diallo se fue hasta los 14,24. La gallega no comenzó a dar muestras de su nivel hasta el tercer intento, cuando aseguró la mejora con 13,71 metros, que terminó por ser su mejor marca del día.
Por primera vez no apareció el gen competitivo que le acompaña de serie. Peleteiro siempre ha respondido en la competición. Lo demostró en el nacional de pista cubierta, cuando consiguió su primer título absoluto, al superar a Patricia Sarrapio, la gran dominadora del triple salto español en los últimos tiempos.
Lo mejor del primer revés es que Ana se ha levantado a las primeras de cambio: «Esto no me va a hundir ni mucho menos, me da ganas de seguir a delante. Pese a mi puesto estoy muy feliz ya que las derrotas también forman parte de la victoria», indicó en su cuenta de Twitter. Quizás sea el primer impulso para el Europeo absoluto de Zúrich en agosto. Su próximo reto.