A lo largo de las últimas cuatro legislaturas y, particularmente, en la anterior y en la actual, viendo las relaciones BNG-PSOE en el Ayuntamiento pontevedrés, he llegado a la conclusión de que cada vez se me parecen más a la pareja mayor de aquel serial cómico televisivo, Escenas de Matrimonio.
Pepa vive quejándose y criticando con sorna a su compañero. Pero por mucho que lo mortifique con sus chanzas sigue junto a Avelino, quien a su vez se defiende con ironía burlona de los cáusticos comentarios de ella mientras suspira por que desearía ser menos vituperado y más querido por su compañera.
Lores y Louro son como Pepa y Avelino. Repartan ustedes los papeles como les parezca, no importa quién sea quién, porque la relación político-parental que encarnan nacionalistas y socialistas en el Concello, se mueve entre el desamor y la necesidad.
Mucho riñen, parece que se distancian, pero siempre permanecen juntos.
En el último pleno de la corporación municipal las discusiones y discrepancias entre socios del gobierno fueron tales, a propósito de la prórroga a CESPA de la contrata de basuras, que hasta abochornaron a Jacobo Moreira y la bancada del PP, teóricamente beneficiarios de cualquier disputa entre los cónyuges del bipartito.
Conforme se acerquen fechas electorales, las escenas de matrimonio serán cada vez más asiduas. Pero el desenlace es archisabido. Seguirán durmiendo en el mismo colchón.