«En Ourense hay una parálisis total»

Fina Ulloa
FINA ULLOA OURENSE / LA VOZ

FIRMAS

Un empresario vocacional enamorado del márketing

14 may 2014 . Actualizado a las 23:11 h.

Dice que nunca quiso ser otra cosa que empresario. De casta le viene al galgo y César González no tiene reparos en señalar a su padre como el modelo a alcanzar. «Pasé mucho tiempo con él, de un sitio a otro y no me aburría nunca» apunta. En el 2006 , con 27 años, montó Contac Comunicación, una agencia de márketing que tiene también una aplicación propia para móviles (Orama) y acaba de estrenar un nuevo proyecto de tarjetas de felicitación con vídeo.

-¿Qué tipo de empresario diría usted que es?

-Vocacional. Siempre me gustó la gestión y una empresa no es más que gestionar el equilibrio entre una parte de la balanza que son tus clientes y otra que son tus trabajadores. A mí me mata la rutina; me deprime. Posiblemente sea una debilidad, porque al final la vida son rutinas. Ser empresario te da la oportunidad de que cada día sea diferente.

-Arrancó justo en los albores de la crisis, ¿qué tal va la aventura?

-Nos pilló de pleno y además también nos pilló toda la revolución de las nuevas tecnologías. El sector del márketing ha cambiado radicalmente estos años. Recuerdo que las primeras páginas web que hacíamos, con unas plantillas, nos parecían el no va más y ahora no tiene nada que ver. Sigue habiendo la parte creativa pero muy vinculada a las tecnologías de la información, como lo de la venta online.

-¿Ourense es un buen lugar para montar una empresa?

-Nosotros trabajamos tanto con instituciones como con empresas. Tenemos clientes en toda Galicia y más esporádicos en Baleares, Bilbao, Gijón y también en Madrid, donde hemos abierto una sede comercial. Incluso hemos hecho alguna incursión en Venezuela y Argentina. Una de las cosas positivas de la tecnología es que te permite trabajar desde cualquier parte, aunque a mí me suponga viajar bastante, mucho coche y mucho Alvia. De todos modos nos estamos planteando cambiar la ubicación.

-¿Por qué?

-Porque por desgracia en Ourense se están viviendo unas circunstancias de parálisis total desde hace un par de años y al final piensas si te compensa andar siempre de viaje o debes establecerte donde tienes más trabajo.

-¿Qué análisis hace de la situación ourensana?

-La verdad es que de creación de tejido industrial y empresarial, muy poco. Tenemos desde siempre la pizarra en Valdeorras, el vino y tres o cuatro empresas potentes como Coren, Lonia Textil y Cuevas. Y sin embargo hay ourensanos que crean negocios fuera. ¿Por qué será? Pues igual porque aquí no se supo crear el caldo.

-No será por falta de planes estratégicos.

-Planes, proyectos y edificios. Ahora que hay crisis no hacen tantos pero, ¿cuántos sin contenido hay en Ourense? En realidad son ideas a las que se les da un gran bombo para que haya una cobertura mediática, que le supone al político un retorno en votos. Pero pasan tres meses, preguntas por ese proyecto y no es nada. De todos modos ese no es un problema de Ourense; es general. La política solo está enfocada a los medios y no a la gestión real. Lo único que les interesa es ser reelegidos.

-Usted se dedica a crear imagen. ¿En el mundo de la empresa también funciona vender humo?

-En el mundo de la empresa no hay nada peor que vender unas expectativas que no vas a cumplir. El consumidor no solo deja de comprarte y te condena de por vida, sino que, y esto está estudiado estadísticamente, le va a contar el desagrado por tu marca hasta a cien personas. El político no cumple y no pasa nada. Le damos nuestro voto, confiamos en él, nos engaña, incluso es imputado por un juez, y se lo perdonamos.

-¿No cree en el rechazo social que cada vez está más en las calles contra esas actitudes?

-Me gustaría que fuera un rechazo real, pero por desgracia creo que solo hay un rechazo porque hemos dejado de consumir. Yo creo sinceramente que cuando la gente pueda volver a su nivel de consumo, a comprarse un coche, el piso... ese rechazo se olvida. El 15-M se puede dar por muerto a pesar de que aportaba cosas muy interesantes, pero se ha quedado en una anécdota.