«Tiven sempre o mellor coche»

xosé manuel cambeiro SANTIAGO / LA VOZ

FIRMAS

Álvaro Ballesteros

Julio Iglesias le pidió hace poco que le consiguiera 200 kilos de patatas

10 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La plaza de Fonseca porque es un lugar encantador en el entorno de la Catedral, como también la Praza do Obradoiro o la de A Quintana.

Manuel, ex seminarista en Belvís que compartió curso con Xosé Luis Barreiro -«que intelixente era ese rapaz»-, se fue a los 17 años a Madrid a ganarse los garbanzos en la hostelería. Luego a Alemania. Tras 11 años en el país teutón regresó con la idea de montar un restaurante. Pero compró una licencia de taxi gran turismo. ¿Y ese cambio? «Aínda hoxe non sei a razón. Só sei que acertei de pleno», dice.

Acababa de inaugurarse la TVG y su lujoso taxi no tenía parada. Un día, durante el rodaje de Divinas Palabras, Paco Rabal le pidió que parase el vehículo delante del hotel Castro. El actor bajó junto a Manuel y le preguntó al propietario si tenía relación con los Castro de Cuba.

«Tiven sempre o mellor coche de gran turismo», resalta Manuel. Mercedes recién salidos del horno ya estaban en su garaje. Fue el primero en conducir con corbata. Claro está, las envidias y los comentarios insidiosos brotaban de otros conductores. Y no sorprende. Presidentes de Gobierno, actores, cantantes y famosos de todo pelaje viajaban en su taxi: Alberti, Pujol, Madonna, Cela, Bebeto, Mauro Silva -«que culto era este xogador»-, Imanol, Ana Belén, Douglas y un largo etcétera.

Muchos personajes le remitieron notas de agradecimiento. Entre ellos el embajador chino, en caracteres chinos. Está seguro de que el texto no tiene faltas de ortografía. Paloma Gómez Borrero le envió uno con un ángel pintado. Es lo suyo. Julio Iglesias viajaba de copiloto, por amistad: «A última vez que veu pediume que lle conseguira 200 kilos de patacas e un saco de pementos de Padrón. As patacas foron seleccionadas unha a unha, pero logo na bodega do avión só cabían 150 kilos».

Un día Manuel le vendió un Mercedes a un comisario gallego que ejercía en Canarias. Ambos se hicieron muy amigos. «Hai que crear amistades, non inimigos», sugiere. Uno de sus clientes habituales, y amigo íntimo, fue Enrique Beotas, que falleció en el Alvia en julio: «Organicei o acto fúnebre, porque o apreciaba moitísimo».

Como no daba abasto, montó en 1993 Farocars, que ofrecía coches de alquiler con conductor: «Fomos pioneiros nisto e, ao ser os únicos, traballábamos moito. Aparte de coches de alto estánding con chófer, los conductores debían saber idiomas, tener cultura y acopiar conocimientos de protocolo: «Moitas veces facemos un recorrido previo en baleiro para coñecer o recorrido exacto e a porta onde desembarcar ao cliente».

Baña relata las minucias del protocolo que exige en el uso del taxi (colocación del personal, apertura de puertas, colocación del vehículo, etcétera). Por ejemplo: «Tes que colocarte detrás da porta, non enfrente do cliente, sobre todo se é unha señora, porque non podes dar a sensación de que lle estás mirando as pernas». Son normas que siguen rigiendo de forma escrupulosa. Por cierto, el puesto más importante en el vehículo es el que está en la parte posterior al lado del asiento situado detrás del chófer.

La empresa de Baña llega a un gran número de sitios. ¿Cómo es eso? Pues a través de contactos o colaboradores en las diversas ciudades españolas, y también extranjeras, que le prestan el servicio requerido. Las bodas y las empresas (altos cargos) suministran muchos usuarios a sus vehículos de lujo.

compostelanos en su rincón manuel baña tuñas