La ONCE impartió cursos para mostrar cómo se ejecuta la actividad física con invidentes
13 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Sentirse como ciegos para saber a qué se enfrentan cuando tienen que practicar ejercicio. Esa fue la apuesta de las quince personas que pasaron ayer por el taller de actividad física a ciegas, una de las propuestas incluidas dentro de la semana de puertas abiertas promovida por la ONCE.
Con unos antifaces se posibilitó la ceguera temporal de los participantes, estudiantes de magisterio, de terapia ocupacional y monitores de actividades físicas, en su mayoría. Andrés Pérez, el monitor que se ocupa de los usuarios del gimnasio de la ONCE, fue también el que guio las clases ayer. «Nunca tuve tanto ciego», le comentaba a Tito Villar, que fue quien dio unas pinceladas del colectivo y explicó que, frente a la impresión generalizada, solo el 23?% de los afiliados que tiene la ONCE son ciegos totales. Por eso, a Andrés se le multiplicó ayer el trabajo, si en una clase debe tener especial cuidado con los desplazamientos de algunos usuarios, ayer avanzaba entre los improvisados deportistas intentando que no ocuparan el espacio vital de sus compañeros. Como comentó, este tipo de discapacidades hace que las personas tengan mayores problemas de orientación, de lateralidad y de equilibrio.
En la clase de gimnasia no faltó el calentamiento, fijando antes puntos de referencia cercanos para no pasarse de sus marcas y también juegos con distintas pelotas. «Cuando trabajas con discapacidad visual es un mundo, porque aunque piensas que tendrán más seguridad las personas que han visto, son en cambio a las que más les cuesta orientarse, frente a los ciegos de nacimiento», explicaba el monitor, que reconocía también que las personas con minusvalía son más propensas a quedarse en casa debido a cualquier tipo de inclemencia exterior y con ello también se reducen sus posibilidades de mantenerse en forma.
Antes de adentrarse en los obstáculos del gimnasio, en el que semanalmente dan clases de mantenimiento a 40 personas, además de yoga, se ofreció una visión general de las modalidades de deportes que practican las personas con deficiencia visual o ciegas y explicaron las ayudas con las que disponen. Entre las especificidades para este colectivo mencionaron los palos de espuma para avisar de los virajes en natación, los guías en atletismo o esquí, los tándem en ciclismo, el comenzar cogidos al practicar yudo, balones con cascabeles en el fútbol sala, las barras para montañismo o la modalidad específica de goaball, un deporte creado para deficientes visuales. En el caso coruñés, Villar contó que se está introduciendo ahora también el patinaje en línea.
Si ayer le tocó el turno al deporte, hoy lo que se podrá aprender en la ONCE es el sistema de lectoescritura braille, de 17.30 a 18.30, y a las 19.00 horas, habrá un taller de voluntariado en el que se informará sobre qué hacen los 58 voluntarios con los que cuenta ONCE Galicia y al mismo tiempo se impartirá un taller de simulación de la discapacidad visual en actividades cotidianas, que permitirá a los participantes ponerse en la piel de personas ciegas o con discapacidad visual grave.