Cambios políticos e históricos
«Navegaba bajo el pabellón de la hoz y el martillo de la entonces temible Unión Soviética», cuenta en la película. Aunque eso no duraría demasiado. En 1989, con la caída del Muro de Berlín, desapareció del casco del barco el nombre del antiguo secretario general del Partido Comunista de la URSS y se rebautizó el buque como Karelia, «nombre de una diminuta república usurpada a Finlandia», cuenta este documental. Los cambios fueron mayores en los años siguientes: «La biblioteca tenía libros como el Manifiesto Comunista, pero con la caída del muro fue transformada en una discoteca. Y dos años después eliminaron la hoz y el martillo que decoraban la chimenea, así como la estrella roja que lucía en su proa», explica Benedeti.
La cinta -rodada, según especifica el autor en sus primeros segundos de metraje, en «glorioso Fujichrome inversible»- brinda, de paso, una postal nostálgica de A Coruña de hace un cuarto de siglo. El buque aljibe que abastecía de agua potable a los barcos, las viejas grúas de madera del puerto, la línea de costa sin centros de ocio ni palacios de congresos o la torre de control a medio levantar, son algunas de las estampas con las que Benedeti revuelve la memoria del espectador.