Veintidós militares integran el dispositivo para vigilar los montes
03 sep 2013 . Actualizado a las 06:00 h.Reforzar la vigilancia en los montes más afectados por los incendio forestales, avisar de cualquier foco que pueda aparecer y tratar de identificar a los sospechosos. Son los tres pilares sobre los que se sostiene el despliegue de militares que cada verano se efectúa en la provincia de Ourense, denominado Operación Centinela.
En la campaña actual son un total de 22 los soldados que pretenden poner su granito de arena en la lucha contra los incendios, que en las últimas semanas se ha puesto muy difícil no solo en la provincia, sino en todo el territorio gallego.
Con el puesto de mando en Viana do Bolo, las patrullas se despliegan en tres bases, situadas en Chandrexa, Viana do Bolo y Viladerrei (Trasmiras). A esta zona es a la última que han llegado los militares, con cuya presencia la Xunta quiere reforzar la vigilancia en un entorno, el de Verín, Cualedro y Monterrei, que este verano está siendo muy castigado por los incendios. La campaña termina el 15 de septiembre.
«Creemos que es una labor eficaz. El personal local nos ve, sabe que estamos cerca y eso puede ser disuasorio. Además, con nuestra observación, localizamos focos de incendios y esa alerta temprana favorece la extinción», asegura el teniente Enrique Sierra.
Diariamente, cada zona a controlar se divide entre las patrullas disponibles y se realizan dos turnos de vigilancia, uno diurno y otro nocturno. Este verano, solo en Ourense, ya han dado aviso en seis conatos y tres incendios, aunque por ahora no se ha podido identificar a ningún sospechoso, asegura Sierra.
En un vehículo todo terreno, cada patrulla -integrada por un jefe y un conductor- puede llegar a recorrer hasta 250 kilómetros monte a través. «Si no se puede pasar con el vehículo, van a pie», explica el teniente. Lo importante es tener controlado el mayor terreno posible.