Desde el 1 de septiembre del 2012 Viveiro tiene vacante la plaza de interventor habilitado del Concello. Y a pesar de intentarlo por todas las vías legales, lo cierto es que no consigue que desde ningún punto del país se interesen en cubrir, ni siquiera provisionalmente, la plaza. «Algunos casi decían que sí pero después, no se con quién [hablaban] o tenían conocimiento de como estaba el tema y preferían no venir», reconoció el alcalde, Melchor Roel. «Lo hemos intentado incluso a nivel personal», remarcó.
A lo largo de estos diez meses el técnico de asuntos económicos Sergio Aguado ha sido el encargado de poner luz en las complicadas cuentas municipales tras ser nombrado interventor accidental. «Esto es un accidente, yo quiero ser técnico de servicios económicos, que es para lo que me contrataron», explicó a los concejales en el pleno. Y si en algo están de acuerdo los políticos viveirenses es que Aguado ha tenido que hacer un particular encaje de bolillos para poner al día en este tiempo «numerosas obligaciones de remisión de información, tanto al Ministerio de Hacienda como al Consello de Contas», explicó el alcalde, que desgranó en la sesión una larga lista de liquidaciones, informes, actualizaciones modificaciones e incluso la elaboración del presupuesto del 2013.
El debate lo originó el aviso de Hacienda de que el Concello de Viveiro puede ver retrasado el cobro de los tributos del Estado, 230.000 euros en junio, por no presentar en plazo la liquidación del año 2012. Un asunto que permitió al PP, de nuevo, a través de Antonio Bouza, cuestionar la gestión económica del gobierno de Roel, y al alcalde rebatirla citando otra vez la deuda heredada de los populares y los costes que asumen las arcas municipales por decisión de la Xunta. «No se trata de enviar las cuentas, sino de rehacerlas, hay asientos contables que no cuadran, deficiencias contables... desde el 12 de mayo del 2005 que aterrizó el anterior [interventor] y así figura en las actas que se enviaron al Tribunal de Cuentas». Un trabajo «contrarreloj e con moita presión», o en palabras del portavoz de iVi, Guillermo Leal, «arreglar a chapuza contable do anterior interventor, que incluso tomou o pelo á comisión, á alcaldía, e incluso deu a espantada», cuando solicitó el traslado al Concello de Ferrol, en plena movida del plan de ajuste para el pago a proveedores.
Despejar la maraña de datos económicos del Concello de Viveiro no es una bicoca. Desde el BNG, el portavoz, Bernardo Fraga, instaba a reclamar «a quen haxa que reclamar» que se cubra la plaza porque, y en ello coinciden todas las fuerzas políticas, una persona sola «non é suficiente» para hacerse cargo del volumen de trabajo que genera el área económica del Concello de Viveiro.