Las subcontratas, a las que se debe 1,8 millones, han contactado con una firma dispuesta a asumir el 75 %, pero temen que no se tenga en cuenta
06 feb 2013 . Actualizado a las 13:34 h.De la mediación política prometida hace tiempo que no saben nada. Las veinte empresas a las que la Obras, Construcciones y Asfaltos (OCA) -la firma adjudicataria de las obras del nudo de O Pino- les adeuda 1,8 millones se temen lo peor. Ayer mantuvieron la enésima reunión entre quienes se consideran estafados y los vecinos afectados por las obras para evitar perder completamente el dinero. Buscan mayor visibilidad de su problema para lograr sensibilidad por parte del Ministerio de Fomento hacia su situación.
Es precisamente la deuda contraída con ellos por OCA la que planea ahora sobre la readjudicación del proyecto. Solo una renuncia de esta empresa permitiría a Fomento asignar los trabajos a otra. Y los subcontratistas de O Pino, los que han ido adelantando horas de trabajo, material y maquinaria sin cobrar, temen que todo esto no se tenga en cuenta. Un portavoz de los empresarios explicó ayer a La Voz que una empresa se ha ofrecido al Ministerio de Fomento a asumir la obra y afrontar un 75 % de los pagos pendientes con las subcontratas. Supondría un auténtico balón de oxígeno para empresarios que suman impagos que van desde unos miles de euros a varios cientos de miles, hasta sumar 1,8 millones.
Pero la inquietud generalizada entre los veinte empresarios acuciados por los impagos es que esto no sea un elemento que prime en la decisión administrativa para encauzar una obra con un presupuesto global de 10,9 millones de euros. «Sabemos que Fomento también está en contacto con Sacyr», dice Raúl Barral, uno de los afectados. Y también sabe, asegura, que la empresa que está dispuesta a asumir pagarles el 75 % de lo que les adeuda OCA asimismo se ha puesto en contacto con el ministerio.
Fomento, entretanto, guarda silencio sobre estas negociaciones. La Voz ha tratado de recabar la información sin resultado alguno por parte del ministerio.
La obra permanece prácticamente paralizada desde octubre, después de que las subcontratas se negasen a seguir trabajando tras acumular impagos por parte de OCA desde febrero del 2012. Cuando se cumple un año, todos los pagarés han ido venciendo y empresarios como Raúl Barral afrontan su segundo concurso. A él le deben ochenta mil euros que lastran la viabilidad de su empresa.