Marisco disfrazado para el riñón

FIRMAS

Oscar Cela

El turrón y los langostinos están prohibidos para quien se somete a diálisis, pero hay formas de prepararlos para que disfrute toda la familia

21 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Una Navidad sin polvorones y sin turrón de almendra no parece Navidad. Y sin ser imprescindible, el marisco es otro clásico de estas fechas. Son bocados exquisitos para compartir en cenas y comidas familiares que se prolongan durante horas, pero que están prácticamente prohibidos en la dieta de quienes que sufren una enfermedad renal. «Eles non poden comer postres típicos de Nadal porque os froitos secos como as améndoas teñen un nivel de potasio moi alto; e outro tanto lles pasa cos mariscos, que teñen moito ácido úrico», explica la nutricionista de la Asociación para la lucha contra las enfermedades de riñón de Lugo, Maite Linares, responsable del segundo taller «Cocinando en Navidad», que ayer concluyó en la ciudad amurallada.

Veinticinco enfermos y familiares de toda la provincia participaron en el curso didáctico y gastronómico, que duró dos días y que se desarrolló en los fogones del centro social María Balteira. «Ensinámoslles a preparar pratos deseñados especialmente para estas datas e que levan algúns dos alimentos que case non poden consumir, pero dunha maneira máis oculta, camuflada», detalló la especialista.

Las personas con insuficiencia renal viven pendientes de las máquinas de diálisis o hemodiálisis que eliminan de la sangre sustancias que el riñón no es capaz de filtrar. Las que ya han sido trasplantadas tienen que seguir cuidándose. Así que para que el organismo funcione lo mejor posible, unas y otras deben controlar la cantidad de lo que ingieren, resaltan en Alcer Lugo, que tiene 338 socios. Y ponen varios ejemplos: como en Nochebuena no conviene tomar media fuente de langostinos, se puede optar por una merluza rellena de jamón ibérico y langostino, precedida de un atadito de espárragos verdes con salsa Romescu (primero) y coronada por una mousse de queso y arándanos (postre). Si el enemigo es la sobremesa, la tableta de turrón abandona el mantel para dar paso, por ejemplo, a un flan de turrón que sirva de colofón a un cóctel de marisco y piña (primero), y a una brocheta de pavo y piña con salsa de arándanos (segundo).

Menús económicos

«Son menús que poden comer eles e o resto dos comensais sen que pareza comida de réxime. Ademais son moi económicos nestes tempos de crise», añadió Linares, que impartió el taller junto con el cocinero lucense Roberto Gorgoso. En el ciclo se dieron consejos para hacer la vida un poco más fácil en Navidad a quienes viven pendientes del funcionamiento de sus riñones, y que tampoco pueden excerse con la bebida, sea con alcohol o sin alcohol. «Un dos problemas dos enfermos renais é que non orinan, polo que non eliminan líquido». Con todo, en Alcer son conscientes de que en estas fechas es duro seguir a rajatabla cualquier dieta. «Sabemos que é complicado e por iso intentamos que controlen. Se un día se pasan, ao día seguinte deben controlarse un pouco. É cuestión de compensar».