Más de medio siglo de raíces en la historia de la ciudad

Carla Elías Martínez
Carla Elías FERROL / LA VOZ

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CEDIDA

El emblemático complejo acogió a los Reyes y a todo tipo de personalidades

07 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Llegó a ser durante varios años el único hotel de la ciudad de Ferrol y la comarca, cuando cerró el antiguo Suizo y antes de abrir el Almirante, y parada obligada para personalidades del mundo de la política, la empresa o la cultura. Los últimos huéspedes de relevancia fueron los Reyes, Don Juan Carlos y Doña Sofía, que se hospedaron en sus habitaciones en la histórica visita a la ciudad naval en el año 2006. Ahora, tras el anuncio del cierre del Parador de Ferrol, trabajadores del establecimiento y antiguos empleados, María Jesús Toimil, Ana Rodríguez, Ángel Mera y José Luis Hernández, rememoran los más de cincuenta años de vida de este hotel emblemático.

Inaugurado en agosto del año 1960, el edificio que alberga el Parador ferrolano se construyó en unos terrenos en los que se encontraban la vivienda del consignatario de buques Nicasio Pérez, la casa donde nació Cachita Núñez, una vecina muy popular en la zona, y el antiguo convento anexo a la iglesia de la Orden Tercera de San Francisco. «El edificio lo hicieron nuevo, pero respetando la arquitectura de época al estilo de las casas señoriales, con elementos típicos como las galerías», explican. En un principio iba a ser tan solo de una planta y albergar a penas una decena de habitaciones, pero fue el propio general Francisco Franco Bahamonde el que, al ver la construcción pidió que se ampliase.

Desde su inauguración, aseguran los trabajadores, se convirtió en un referente. «Aquí acogimos desde las grandes botaduras de los barcos del astillero, premios culturales, reuniones de empresas, banquetes de todo tipo...», detallan. Durante la dictadura, el conocido como Salón del Almirante llegó a albergar hasta consejos de ministros. «Se reunían todos los jefazos y desde el Parador se tomaban decisiones para todo el país», aseguran. También durmieron entre sus paredes personalidades como Torrente Ballester, José Hierro o Severo Ochoa.

En los años ochenta se decidió hacer una reforma de las instalaciones para su ampliación y modernización. «Donde estaba el garaje se construyó el salón de convenciones, su cubrió la terraza, se instaló un ascensor...» explican. Entonces se volvió a relanzar como icono turístico de la zona, que ya contaba con otros hoteles de categoría como el Almirante, y posteriormente el nuevo Suizo. «El Parador fue foco de atracción turística y a partir de ahí se creó un negocio del que salieron otros hoteles», señalan.

Durante todo este tiempo el tejido vecinal y asociativo ferrolano también ha escrito páginas de la historia del Parador, hotel que han escogido para albergar reuniones, premios como los Esquío, el Fray Angélico de la SAF, o la antigua semana de la música clásica del Concello.

Reportaje el parador de Ferrol