Desde que el mundo es mundo

Maxi Olariaga

FIRMAS

Voltaire dijo que si buscamos la felicidad no la encontraremos.
Voltaire dijo que si buscamos la felicidad no la encontraremos. C. QUEIJEIRO< / span>

07 oct 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Desde niño oigo decir esto: «Desde que el mundo es mundo?» y a continuación viene la amenaza o la sentencia indiscutible. El dogma. Entonces, cuando llega ese momento en el que la conversación civilizada parece inviable y uno juraría que sobran las palabras, acudo a mis frases favoritas. Contraataco con Voltaire del que mis educadores decían que sus lectores acabarían sin remisión en el infierno. Decía el sabio Voltaire: «La felicidad nos espera en alguna parte a condición de que no vayamos a buscarla». Y así es.

Extenuados por el ahogo de esta vida sin sentido, cercados por este desfiladero, este paso de las Termópilas al que nos ha conducido esta banda de desalmados que como los ácaros subsisten chupándonos la sangre bajo las alfombras y las tapicerías y entre el humedal fatigado de nuestras sábanas, sobrevivimos a la angustia amenazados por el asma que abarrota nuestros desarrapados pulmones. Entonces solo pensamos en sobrevivir aunque sea unos segundos, sacar la cabeza de este mar de basura insufrible para respirar y hallar, contraviniendo la ley de Voltaire, dos o tres gramos de felicidad. No la hallaremos porque apenas asome nuestra frente sobre la ciénaga, los atentos vigilantes del poder descargarán un golpe amargo y seco que apagará la débil luz de nuestra resistencia.

Voltaire dice la verdad. No encontraremos la felicidad si la buscamos. Tendremos que morir mil veces atormentados por la ira del rebaño dominante para que una mañana, cuando ya hayamos olvidado todos los dolores, todas las afrentas y todos los desmayos que ocasiona la impotencia, al abrir los ojos nos encontremos frente a frente con un mundo feliz.

A veces no basta con acudir a Voltaire y te ves forzado a adelantar el calendario hasta el siglo XX para espetarle al que te acosa con el latigazo, desde que el mundo es mundo?, con lo que dejó dicho John Lennon: «La vida es aquello que te va sucediendo mientras tú te empeñas en hacer otros planes». Y te agarras a ese cabo de palabras veraces y sentidas para sobrevivir al naufragio en los mares secos de la desesperanza. Ellos te acecharán al doblar cualquier esquina en tu ciudad. Invadirán tu sueño en la madrugada helando tu cama con su aliento muerto y con saña cegarán tus ojos con el hierro candente de las malas noticias impresas en la primera plana de todos los periódicos. Sobreponte en esa hora y cita las palabras de Lennon como una jaculatoria invencible contra los cobardes y los hipócritas. Créeme. Resistirás defendiendo tu alma, tu honor y tu vida.

Si ya no puedes más, si no encuentras argumentos para rebatir el dolor que te traspasa cada vez que te dicen que desde que el mundo es mundo así deben ser las cosas, respira hondo, ámate y no pierdas el ánimo. Enfréntate a esa turba de ladrones y malhechores, desnuda tu cuerpo y arroja bien lejos de ti espada y escudo y recuerda los versos de León Felipe: «Franco, tuya es la hacienda, la casa, el caballo y la pistola. Mía es la voz antigua de la tierra. Tú te quedas con todo y me dejas desnudo y errante por el mundo. Mas yo te dejo mudo ¡mudo! Y ¿cómo vas a recoger el trigo y a alimentar el fuego si yo me llevo la canción?».