El misterio del globo de Pol

Xosé CArreira LUGO / LA VOZ

FIRMAS

Alertado el 112 y la Guardia Civil por la presencia de un objeto extraño

23 ago 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El pasado domingo, a las seis y cuatro de la mañana, en el teléfono de emergencias del 112 recibieron la llamada de un vecino de Pol que decía estar viendo un artefacto volando sobre un prado próximo a su casa. Emitía destellos de luz y, según su versión, tenía un cable de unos cincuenta centímetros colgando.

La llamada provenía de Rioxoán, de una zona de la carretera que va de Fontefría a Meira. Desde el servicio de emergencias dieron aviso a la Guardia Civil que envió a la zona una patrulla que, al parecer, localizó el objeto que podría tratarse de un globo de los utilizados para cuestiones meteorológicas.

El artefacto o «terbello» -como así lo bautizó un vecino de la zona que no tenía ni idea del mismo- acabó convirtiéndose en un verdadero misterio en la zona porque ningún vecino tiene constancia del mismo y nadie conoce a quien pudo haber hecho la llamada. Cabe la posibilidad de que quien diera el aviso mantenga absoluto silencio para no ser objeto de comentario en el pueblo. El globo de Rioxoán constituye el misterio de este verano.

Meteogalicia, el centro que se ocupa, entre otras cuestiones, de hacer los pronósticos del tiempo en Galicia, no tiene constancia de que uno de los aparatos que lanza semanalmente hubiese caído el pasado domingo en Pol porque ese globo despega de Santiago los martes. Por cierto que el que echaron anteayer se precipitó en pleno centro de Terra Chá.

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) que tiene su centro territorial en Galicia también lanza globos de estas características, al parecer dos al día. Sin embargo la comunicación con esta entidad fue ayer imposible tras un par de llamadas a un 902 de la agencia donde supuestamente pasaban la llamada a A Coruña pero nadie contestó. En Meteogalicia, en cambio, facilitaron todo tipo de aclaraciones sobre lo que es el objeto y para qué se utiliza.

Técnicamente lo definen como un equipo de radiosondaje y aseguran que dentro de los sistemas de observación meteorológica que tienen en el centro, este constituye una referencia destacada para el conocimiento de la estructura vertical de la atmósfera sobre Galicia.

La radiosonda es transportada por un globo de latex lleno de helio, de aproximadamente 1,2 metros de diámetro. Según Meteogalicia, puede llegar a alcanzar una altura de 25 kilómetros y la velocidad de ascenso varía entre los cuatro y los siete metros por segundo. El aparato tiene un vida efímera. Su ascenso se prolonga por espacio de hora y media y al final, acaba explotando al entrar en presiones más bajas. El instrumental cae a tierra en un paracaídas.

La sonda emite datos de temperatura, humedad, presión, velocidad del viento y otros detalles. Generalmente, indicaron técnicos de Meteogalicia, no se recupera el instrumental porque sería más costoso que el valor real. En el centro son conocedores de algunas anécdotas como la protagonizada hace años por un globo que acabó precipitándose sobre un melocotonero de una vecina de una aldea ourensana que nunca tal cosa había visto. Algunos radioaficionados buscan afanosamente las sondas.

Crónica Un hallazgo inusual