Cuatro laboratorios gallegos experimentan con primates

iago fandiño REDACCIÓN / LA VOZ

FIRMAS

Los monos se usan para la neurociencia y enfermedades osteoarticulares

13 ago 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Genera debates y polémicas cada vez que se menciona. Vital para algunos, cruel y falta de cualquier ética para otros, la experimentación con animales utiliza, solamente en la UE, unos 12 millones de ejemplares cada año en procedimientos científicos. De ellos, cerca de 10.000 pertenecen a ciertas especies de primates. Su utilización ha generado grandes avances en los campos de la biología y la medicina. En Galicia también existen laboratorios que experimentan con primates. En total, cuatro. Tres de ellos investigan en el campo de la neurociencia y el restante lo hace con enfermedades osteoarticulares.

Para autorizar la experimentar con primates, la UE ha desarrollado políticas muy estrictas y exigentes durante los últimos años. «Todos los tipos de animales para la experimentación son adquiridos a través de un proveedor reconocido por la Unión Europea, pasando por todo tipo de pruebas desde su lugar de origen hasta la llegada al centro, como la del período de cuarentena del animal», explica el director del grupo de de Neurociencia y Control Motor (Neurocom) de la Universidade da Coruña, Javier Cudeiro. Y los laboratorios gallegos cumplen con todos estos requisitos.

Una vez que el primate está en los laboratorios de investigación, las normas establecidas siguen siendo igual de estrictas o incluso más. «Los animales, sean cuales sean los que se utilicen, tienen que estar confinados en un espacio con unos metros mínimos establecidos, que respeten todas las normativas de iluminación, temperatura, humedad, alimentación y número de cuidadores y veterinarios», precisa el director del Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña, Francisco Blanco. Si se dejan de cumplir con algunos de estos requisitos, las autoridades europeas dejarían de permitir la utilización científica de los animales.

Los tipos de primates más utilizados en estos laboratorios son macacos y babuinos. En uno de los cuatro centros se utilizan para la investigación de enfermedades osteoarticulares. En los tres restantes, para el estudio de la neurociencia, en experimentos relacionados con enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer o el párkinson.

«Siempre se buscan modelos que no experimenten con primates, pero hay ciertos casos específicos en los que no hay alternativa», explica José Castillo, director científico del Instituto de Investigación Sanitaria (Idichus) de Santiago.

Cinismo

«Los animales -dice- no sufren en ningún momento», ya que las condiciones en las que viven son «mejor que la de muchos que viven en casas». Castillo denuncia el cinismo de una sociedad que protesta por «una experimentación con animales que salva millones de vidas», pero que «no se moviliza para cerrar las granjas que explotan a cerdos o pollos para el consumo masivo de su carne».