En el Centro Cultural da Deputación de Ourense se vivió ayer la segunda jornada del curso de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo Ciudadanía, ciudad, cultura. Tiempo de crisis, que dirige el escritor Alfredo Conde. José María Paz Gago disertó sobre las ciudades de novela y la arquitecta Antonia Pérez Naya lo hizo sobre Cementerio y ciudad: reflejos. En la jornada también intervino el periodista y escritor Ramón Pernas (Viveiro, 1952).
Recuerdo para Kristina Berg
El escritor inició su intervención recordando su vinculación con Ourense, hace meses presentaba en el Liceo su libro En la luz inmóvil, y tuvo palabras de elogio y recuerdo para Casares y su viuda Kristina Berg, fallecida el día anterior. En su ponencia en el curso de la UIMP Ramón Pernas esgrimió un encendido elogio de los pueblos. En su opinión: «El pueblo es origen y destino, y por el medio puedes recorrer el mundo o vivir en múltiples ciudades. Pero a tu pueblo siempre regresas, aunque sea como polvo enamorado, como cenizas». Se refirió a la presencia de Viveiro en su obra, transmutado en el territorio mágico de Vilaponte o como Lugar, y dijo que sigue oyendo en Madrid las campanas de su lugar de origen.
Para Pernas «los pueblos siempre nos invitan a soñar, a vivir. Tu pueblo tiene olores y sensaciones, las ciudades no huelen a nada, a gasolina y contaminación en todo caso» y el mundo está todo «resumido y representado en esa cartografía, en la que recalan los sueños». Defendió el autor, que reconoció que «mi pueblo se enfada conmigo cuando tardo en volver», las políticas de bienestar llevadas a cabo hace años, frente a la crisis, por dotar a los pueblos de las estructuras y servicios que contribuyeron a mejorar la oferta cultural, sanitaria y educativa.