Una fiesta entre hostilidades

r. fontoira SANXENXO / LA VOZ

FIRMAS

Miembros de la comisión se quejaron frente al Concello.
Miembros de la comisión se quejaron frente al Concello. r. f.< / span>

La comisión de San Cristóbal quiere seguir al frente de la organización

28 jun 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

A eso de las 11 de la mañana de ayer, el hogar del pensionista de Portonovo se convirtió en un punto de reunión y reivindicación. Por un lado, la comisión de festas de San Cristóbal, presidida por Carlos Conde, alzaba pancartas -«Portonovo vai ter festas si ou si», «festas si, política non»- y amplificaba las consignas a través de un altavoz motorizado, que dio un breve paseo por la zona del puerto antes de volver al campamento base.

En el centro de la polémica: la organización de las fiestas de Portonovo, que lleva cuatro años bajo la tutela de la comisión. Sin embargo, en el fondo del asunto están las casetas de la feria multisectorial, cuyos beneficios suponen el principal aporte económico. Conde y los suyos reclaman el timón, pero este año la organización de las fiestas -incluida la feria artesanal- está en manos de una nueva asociación cultural, Porenarte, que justamente hoy presenta su programa en la Casa Mariñeira.

Contramanifestación

En mitad del alboroto, un contingente menos numeroso, pero con una pancarta más visible, reclamaba «unhas festas diferentes e sen abusos». Eran vecinos de Rafael Pico, la calle que bordea Baltar, donde, aseguran, el ruido se hace «insoportable».

En el paso de peatones -normalmente, lugar sacro del civismo- se enzarzaron los bandos, y entre el estruendo de pitos y sartenes, se colaron empujones y gritos. Efectivos de la Guardia Civil tuvieron que interceder, ya que los escasos vecinos de la «contramanifestación» estaban siendo atosigados.

El desorden fue tal que un fotógrafo llegó a recibir un golpe con la tapa de una olla, que salió zumbante a la altura de la espinilla. La señora que la lanzó confesó haber errado el disparo.

Firmas y ruidos

El ex concejal Leopoldo Leiro explicó por qué los vecinos reciben con buenos ojos el cambio de rumbo: «As festas de San Roque son catro días, e nós quremos desfrutalas, pero estes anos convertíronse en dúas semanas de ruidos». Los afectados afirman estar decididos a recurrir a los juzgados si es necesario, ya que las quejas de otros años fueron respondidas «con agresións», afirma.

Por su parte, los manifestantes de la comisión se encaminaron al Concello de Sanxenxo, donde presentaron «follas para reclamar unhas festas patronais». Ya frente a las puertas del Concello, y respaldado por una sonora pitada, Conde miraba de reojo a los agentes, que vigilaron la marcha. Y entonces sonó una de sus consignas estrella: «A policía só nos fai falta nas procesións, para subir e baixar os santos, somos pacíficos».

Fiestas patronales portonovo