El zorro que tapea en Laxe

Juan Ventura Lado Alvela
juan ventura lado CARBALLO / LA VOZ

FIRMAS

El animal acude cada medianoche a una tasca del pueblo

11 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Está por demostrar que le gusten las uvas como al ejemplar descrito por Esopo en su célebre fábula, pero el zorro que merodea estos días por el casco urbano de Laxe se ha desvelado como un gran amante del buen comer.

Desde el pasado martes, cada medianoche acude puntual a su cita con las tapas que le dan el dueño de la tasca O Salvavidas, Fermín Martínez, y el resto de los parroquianos congregados en el conocido local hostelero del paseo marítimo laxense.

Con el máximo desprecio por los miedos propios de su especie y haciendo gala de una astucia congénita, aprovecha el impacto que provoca su presencia entre los clientes del bar para llenar el estómago con suculentas viandas. «Gústalle o chourizo», asegura Fermín, que desde que vio al zorro deambulando por las proximidades de su negocio ha entablado con él una especie de amistad y lo tiene, literalmente, comiendo de su mano.

«A primeira vez que o vin foi un día aí atrás cando ía para a casa. Estrañoume porque estes animais aínda ben non sinten un lixo e xa escapan, pero neste caso é todo o contrario. Non marcha da xente e aquí xa se está convertendo nun cachondeo», comenta el hostelero, que este viernes por la noche volvió a fotografiar al animal.

Curioso espectáculo

Su presencia en las inmediaciones del Salvavidas, y en la arena de la playa por la que da largos paseos, es ya la historia de moda en Laxe y cada vez son más las personas que se reúnen en torno al local para asistir al curioso espectáculo.

«Á xente encántalle facerlle monadas como aos nenos pequenos. Dámoslle anaquiños de chourizo e iso, co cal o animal, que para min é un macho noviño porque vese moi fino e non ten barriga nin nada, o que fai é volver todos os días. Sempre atopa comida e así ñe normal que regrese», añade Fermín, que ha logrado inmortalizarlo con su móvil en repetidas ocasiones.

En muchas de esas fotografías, el zorro aparece olisqueando el suelo en la puerta del Salvavidas o la arena de la playa, por la que se supone que accede hasta el casco urbano de la localidad, desde su madriguera, probablemente ubicada en alguno de los montes próximos.

Este caso, pese a sus peculiaridades, no es el primero conocido en Laxe. Muchos vecinos del lugar todavía guardan en su memoria el recuerdo de Panchita, otro ejemplar de la misma especie, hembra para más señas, que también tenía el tapeo por costumbre y allá a principios del 2003 se paseaba por la zona de A Torre y por la parroquia de Sarces. Buscaba los agasajos que le caían de las mesas de las tabernas, hasta que de repente un día dejó el vicio de los bares y, aunque muchos temieron lo peor, ya nunca más se volvió a saber de ella.