Historia, no tebeos

Xesús Fraga
Xesús Fraga LUZ DE CRUCE

FIRMAS

11 feb 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Un viejo refrán aconseja juzgar -llegados al caso- al prójimo no por sus errores, sino por sus rectificaciones. En Tintín en el Congo Hergé retrató la visión paternalista y desinformada que el belga común tenía de su colonia. El propio dibujante admitió después que se había equivocado y eliminó las escenas producto de su ingenuidad, pero siempre negó que hubiese una motivación racista detrás del personaje. De hecho, si Tintín se ha destacado por algo a lo largo de su trayectoria, es por un sentido de la justicia que lo ha situado siempre al lado de los débiles, sean chinos, indios norteamericanos, gitanos, indígenas de América del Sur o un pueblo sometido por la dictadura. Sus álbumes son, además, un testimonio del siglo XX, con sus avances prodigiosos pero también la proyección de sus sombras. El Congo es una de ellas. Pedir que se prohíba el cómic obedece a esa mentalidad que cree eliminar los problemas escondiéndolos. Un político le reprochó una vez a Hergé que no hacía tebeos, sino libros de historia. Debe conocerse, no ocultarse.