La reforma financiera provoca indirectamente una reforma del sector inmobiliario, ya que va incidir de manera determinante tanto en el precio de la vivienda a corto plazo como en las propias pautas de comportamiento del sector.
La oferta inmobiliaria que las entidades financieras pondrá en el mercado a precios más reducidos provocará un descenso en los precios de la vivienda, acelerando de esta forma un ajuste que no solo afectará a las propiedades adjudicadas por los bancos, sino a todo el mercado en general. Se persigue un claro propósito que no es otro que equiparar el precio a la renta disponible del comprador. Cuanto antes se produzca, mejor; ya que de esta forma antes recuperaremos la estabilidad en el sector.
Ya no vale el modelo anterior, y los profesionales no podemos desperdiciar la enorme oportunidad abierta de modificar, profesionalizar y desarrollar un nuevo estilo que nos permita retomar la iniciativa ante un nuevo modelo de mercado.
La propiedad dejará de ser lo prioritario y el alquiler será lo predominante por diversos motivos, como por ejemplo más movilidad de las personas en un nuevo marco laboral, menor financiación y con unas ratios endurecidas, y una renta disponible menguada por la crisis.
Debemos dotar de una seguridad jurídica al propietario que cubra de todo tipo de contingencias y ofrezca la garantía suficiente para que ponga su vivienda desocupada en el mercado de alquiler; con lo que conseguiremos abaratar el precio del alquiler al equilibrar oferta y demanda, a la vez que daremos uso a los miles de viviendas vacías, también en Galicia.
Apostar por el alquiler con opción a compra con un tope de cinco años es una clara opción por disponer de una vivienda en propiedad con un esfuerzo hipotecario menor, al descontarse los pagos mensuales del precio final. También conviene incentivar la rehabilitación con normativas ágiles, flexibles y agrupadas; lo que sería una buena forma de recuperar nuestro patrimonio arquitectónico poniéndolo en valor y, de paso, fijar población en el rural. O promover las gestoras de cooperativas y comunidades de bienes como la forma mas económica de disponer de una vivienda en propiedad, apoyando así la autopromoción tanto en vivienda libre como protegida, siempre de las manos de un profesional que las gestione.
Ha llegado la hora de la reestructuración del sector inmobiliario gallego, y cuanto antes nos pongamos a la tarea antes veremos la luz al final del túnel.
Benito Iglesias es presidente de la Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias.