Un rincón idílico para mimar el paladar

La Voz

PONTEDEUME

04 feb 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Quienes visiten por primera vez O Muíño do Trigo tal vez se queden sorprendidos al comprobar que un restaurante tan gallego (de aspecto y de nombre) esté comandado por un matrimonio de Chinchón. La historia tiene su aquel: en el año 2004, Juan Carlos Olivar Nieto y su mujer, Lourdes de Oro, decidieron pasar unas vacaciones en Pontedeume y un buen día recalaron en el local que hoy es su segundo hogar. «Josefa Trigo nos comentó que quería dejar el restaurante y, sin pensarlo demasiado, nos liamos la manta a la cabeza, dejamos Chinchón y nos hicimos cargo del negocio», explica Juan Carlos Olivar.

Tras tomar las riendas del establecimiento, el matrimonio decidió mantener algunos de los platos estrella de Josefa -como, por ejemplo, las filloas rellenas de marisco o los huevos encapotados-, pero también introdujo algunas novedades. Así, durante los días de semana, Muíño do Trigo ofrece a sus clientes un menú al más puro estilo castellano (compuesto por sopas de ajo, huevos estrellados y paletilla de cordero al horno al precio de 26 euros), además de otras recetas nuevas con productos de temporada. «La carta la cambiamos cuatro o cinco veces al año, pero luego hay platos que nunca fallan como, por ejemplo, la lubina y el rape», anota Olivar.

Su oferta de caldos, con más de doscientos vinos, y su idílica ubicación junto al río Castro son otros de los puntos fuertes del restaurante. Además, este año, con motivo del Xacobeo, proponen una tapa de «mar, tierra y vino» para hacer el Camino: vieira con aromas del campo y gelatina de Alvariño.