El Concello etudia ayudar a las familias con menos recursos y sin seguro del hogar
24 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.En Neda todavía hay calles levantadas y los efectos del temporal son más que notorios. Fue el municipio más afectado de la comarca y los ríos que atraviesan la villa, en especial el Belelle y Basteiro, se desbordaron afectando a su paso a fincas, casas y carreteras del entorno. Ahora con el paso de los días estos destrozos se están convirtiendo en facturas que ahogan el arranque del año para muchos municipios.
«Estaremos por encima de los 70.000 euros», explicó el alcalde nedense, Ángel Alvariño, a lo que habría que sumar los daños en las viviendas. Las intensas lluvias e inundaciones durante los días 7 y 8 de enero provocaron enormes daños en la villa que ahora poco a poco hay que ir reparando, así como la retirada de troncos de viales y la limpieza. Obligaron no solo a desplegar un intenso operativo de trabajadores municipales y en el que también colaboraron numerosos vecinos de forma voluntaria, el Concello ha tenido que recurrir a empresas para las labores de reacondicionamiento. El regidor destacó que dos semanas después de las lluvias aún hay daños en las calles Regueiro, Xeneral Morgado, en a Mourela, Arriba de Anca, Viladonelle, bajando a Transmonte y en la zona entre Maciñeira a Escorial. «Algunas ya estaban mal y esto las terminó de destrozar y otras reventaron por la presión del agua», apuntó Alvariño.
También han tendido una mano a los vecinos afectados. «Sacamos cinco camiones de reciclaje con mobiliario inservible y aparatos como neveras o arcones», lamentó el alcalde. Resalta que el consorcio ha estado con las familias afectadas para comenzar a estudiar la situación de las reclamaciones por daños. «No tenemos mucha fe en que nos vayan a ayudar con todos los daños del bajo», lamentó un vecino.
Pero, el alcalde apunta que entre los afectados hay familias con pocos recursos y sin seguro del hogar. «Estamos valorando todo lo que se puede hacer, intentar establecer ayudas para estas familias a través de emergencias», indicó. El alcalde también apuntó con respecto al anuncio de la Xunta de limpiar de parte del cauce del Belelle, entre la Ponte Grande hasta la desembocadura, que «dejan fuera la zona donde están las casas».
El balance económico en Valdoviño se estima sobre los 9.000 euros, en especial por los trabajos para solucionar los desperfectos causados por los desprendimientos y para canalizar el agua, destacó el alcalde, Alberto González. Y en Pontedeume esta cifra es más baja, el regidor, Bernardo Fernández, estima que superará los dos mil euros. Los principales gastos están relacionados igualmente con las tareas de limpieza y arreglo de viales. En la villa eumesa también se acometieron trabajos para reparar daños que se generaron en el alumbrado público, un derrumbe de un muro en la calle Fontenova (que provocó daños en la fachada, puertas y una viga de una vivienda), y la retirada de troncos de viales.
En San Sadurniño el Concello inició esta semana la reparación de los daños causados por los desprendimientos en la pista de Castro. El agua arrastró buena parte del firme lo que obligó a vallar varios metros de la carretera en Fervenza y cortar el tráfico en Cando. Las obras están presupuestadas en 11.423 euros.
Ayuda dela Xunta y Diputación
Los alcaldes de Pontedeume y Valdoviño, diputados provinciales, coincidieron al destacar la importancia de que tanto el organismo provincial como la Xunta de Galicia colaboren en conjunto para ayudar a los municipios más afectados.