El «networking», un salvavidas para muchas empresas en tiempos de crisis

ANA F. CUBA PONTEDEUME / LA VOZ

NARÓN

De izquierda a derecha, Carla Iglesias, de La Guagua; Regina Ramil, de Ramil Gamma; y Julián López Ramil, de Lía Custom Guitars, los tres en Ares
De izquierda a derecha, Carla Iglesias, de La Guagua; Regina Ramil, de Ramil Gamma; y Julián López Ramil, de Lía Custom Guitars, los tres en Ares CEDIDA

Varios integrantes del grupo BNI Albatros resaltan las ventajas de contar con una red de contactos y apoyo

29 mar 2022 . Actualizado a las 15:45 h.

BNI (Business Networking International) es una organización norteamericana de networking. Antonio López Rubal, director general de Ortegal Oil, define así este concepto: «Es como el boca a boca de toda la vida para hacer negocios, pero en vez de repartir folletos, nos reunimos, nos conocemos y compartimos contactos». Él forma parte de BNI Albatros, que nació en 2015 con 25 empresas de la zona. Ahora son 93. Varios integrantes hablan del peso del grupo en su negocio y de las consecuencias de la crisis.

 REGINA RAMIL, gerente de Ramil Gamma, en Ares

«El negocio está en la calle, tienes que salir»

Regina Ramil (Ares, 49 años), gerente del almacén de materiales de construcción Ramil Gamma, de Ares, fue una de las socias fundadoras de BNI Albatros. «Me aporta muchísimo, trabajo, ingresos, amigos, la red de contactos se extiende mucho y te hace salir de tu zona de confort. Descubres gente nueva y llegas a sitios donde te sería imposible. El negocio está en la calle, y BNI te permite salir a buscarlo sin perder tiempo», recalca. Sobre la pandemia: «Este sector, por una vez, no ha sido de los más perjudicados. Hay venta, a particulares [gastan lo que tenían reservado para las vacaciones en obras en su casa] y a profesionales».

Antonio Piñeiro, de Eume Viajes, y Loreto García, de la carnicería Súper Pepucha, los dos en Pontedeume
Antonio Piñeiro, de Eume Viajes, y Loreto García, de la carnicería Súper Pepucha, los dos en Pontedeume

ANTONIO PIÑEIRO, director de Eume Viajes, en Pontedeume

«Viajes de turismo, ahora mismo, no vendes uno»

Antonio Piñeiro (Pontedeume, 39 años), director de Eume Viajes, entró en BNI dos semanas antes del primer estado de alarma. «Es positivo. Pese a ser una época crítica, nos vamos apoyando, en el negocio y anímicamente», dice. Abre la agencia por las mañanas, «para dar servicio a gente de fuera que quiere venir o a extranjeros que van a ver a su familia, y algo de empresas. Viajes de turismo, ahora, no vendes uno».

 GABRIEL RAMOS, propietario de Bike Works, en Narón

«BNI me reporta en torno al 25 % de la facturación»

Gabriel Ramos (Narón, 38 años) es uno de los 14 más veteranos de Albatros: «Lo fundamental es lo profesional. El primer año me aportó el dos o el tres por ciento de la facturación; ahora, en torno al 25 %. Y lo personal, más ahora, cuando tener el apoyo de otras empresas con los mismos problemas te ayuda a salir». La demanda de bicicletas se disparó tras el confinamiento, pero ahora lidia con la falta de recambios en el taller, un problema global.

 OLEGARIO ÁLVAREZ, responsable de Kenia en Ferrol, Narón y Fene

«Sin bodas, corsetería de marcas buenas no vendes»

Con dos tiendas en Ferrol, en junio abrió en Narón y hace unos días, en Fene. Olegario Álvarez (Ferrol, 40 años), responsable de Kenia, lleva dos años en BNI: «Te ayuda. Nunca olvidaré a los compañeros que me llamaban para comprar en los momentos más difíciles [primavera]». La crisis se nota: «Sin bodas ni celebraciones, corsetería de marcas buenas no vendes; sí chándales, calcetines y muchísimos pijamas».

 JULIÁN LÓPEZ RAMIL, de Lía Custom Guitars

«Vendes menos guitarras nuevas y reparas más»

Con el parón obligado de las orquestas, la demanda de músicos profesionales se ha desplomado y la de particulares ha repuntado. «Vendes menos guitarras [eléctricas] nuevas y reparas más», indica Julián López (Ares, 33 años), de Lía Custom Guitars. De BNI resalta «los contactos, te permite llegar a muchísima gente».

 LORETO GARCÍA, de la carnicería Súper Pepucha, en Pontedeume

«El grupo nos aporta muchísima visibilidad»

Súper Pepucha sigue en Cabanas, pero la carnicería se ha trasladado al mercado de Pontedeume, explica Loreto García. Lleva casi tres años en BNI: «Nos aporta muchísima visibilidad, funciona, se nota en la facturación. Antes no tenía tanto reparto a domicilio en Narón o Valdoviño». Las ventas a hostelería cayeron y crecieron a particulares.

CARLA IGLESIAS, directora de La Guagua, en Ferrol

«Nuestra actividad se paró por la pandemia»

Carla Iglesias (Ares, 43 años) dirige La Guagua, empresa de ocio educativo y eventos infantiles. «Nuestra actividad se paró por la pandemia», señala. Ahora dan formación en línea a monitores y educadores, ofrecen celebraciones pequeñas en casa, regalos personalizados, sorpresas a domicilio y un servicio de canguros. Sobre BNI: «Antes estaba encerrada en la oficina, me ayuda a aprender de personas mayores y más jóvenes de otros sectores. Tienes una red de apoyo y lo notas en la facturación, compensa».

 RAIMUNDO MEIZOSO, de Queserías del Eume, en As Pontes

«BNI nos aportó una vía de negocio increíble»

Raimundo Meizoso (51 años) representa a Queserías del Eume. «BNI nos aportó una vía de negocio increíble con coste bajísimo, ganamos en ventas y publicidad, a nivel nacional y fuera. Exportamos a Estados Unidos, Alemania y Suecia», subraya. «Nos abrió muchas puertas, llegas al cliente a través de un amigo, te recibe muy bien y es más fácil ganar su confianza», añade. Interviene en grupos de otros países y comunidades autónomas. Las ventas disminuyeron en las tiendas pequeñas y la hostelería, pero se incrementaron en las grandes cadenas: «Se compensa».