Avanzan las obras del edificio que completará la macrourbanización de O Alto
01 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Con las obras del edificio aún por rematar, ya ha arrancado la comercialización del bloque de viviendas que completará, más de una década después de su construcción, el complejo residencial Las Torres, auténtico emblema del Narón de este siglo. La nueva promoción ampliará la bolsa de pisos en busca de moradores que hay en el barrio naronés de O Alto.
El Grupo Altamira, propiedad del Santander, que impulsaba en marzo los trabajos para levantar el edificio, ha comenzado ya a vender las cuarenta viviendas de las que dispondrá este bloque, que sustituye al iniciado hace años y que quedó a medias con la crisis de ladillo. Un vistazo al portal inmobiliario de la compañía permite descubrir al detalle entresijos del inmueble y además de iniciar los contactos con el comercial.
El edificio, aún a medio construir, compartirá, a tenor de las recreaciones «orientativas» que muestra la web, la estética de los bloques vecinos, aunque en una apuesta por «diferenciarse» del complejo anexo se vende como «Torre Narón». Y lo cierto es que alguna diferencia habrá con los pisos levantados en la primera década de este siglo por la extinta constructora Epaat, que ahora se venden a precios ganga.
Sin ir más lejos, un repaso al listado de viviendas -cinco por cada una de las ocho plantas del edificio- permite constatar, por ejemplo, que no incluye apartamentos. El bloque, con vistas a las calles A Garda y Santa Tecla, ofrece solo pisos grandes, de entre 124 y 145 metros cuadrados, con tres o cuatro dormitorios. Obviamente, también hay diferencias de precios, pues no cuesta lo mismo una vivienda de nueva construcción que otra con algunos años a sus espaldas, por más que se trate igualmente de pisos a estrenar. Así, tal y como informan telefónicamente desde Altamira, van desde 112.000 euros, los más pequeños, hasta los 169.000 (una vivienda de 145 metros y cuatro habitaciones).
Construcciones Martínez desmontaba en abril el esqueleto del edificio que frenó la crisis. Y sobre sus cimientos se levanta esta torre. Mantuvo, eso sí, la planta sótano, donde se ubica el aparcamiento con un centenar largo de plazas entre las destinadas a turismos (112) y las de motocicletas (17). En aquel momento, la firma apuntaba que el plazo de ejecución de la obra sería de 15 meses, de los que ya transcurrieron once. La construcción del edificio sorprendió a muchos de los vecinos de la zona, dado el volumen de pisos vacíos pendientes de vender en el residencial.
