Las entrañas de un tanque de tormenta

NARÓN

ESTEVO BARROS

Estas instalaciones son la primera criba de los 50.000 metros cúbicos de residuales generados al día por Ferrol y Narón

19 nov 2019 . Actualizado a las 11:13 h.

La estación depuradora de Caneliñas recibe y trata una media anual de 18,3 millones de metros cúbicos de aguas residuales procedentes de la red de saneamiento de Ferrol y Narón. Pero dentro de ese proceso juegan un papel muy importante los once tanques de tormenta y la estación de regulación de caudales situada en la Carretera Baja del Puerto, que son los que encargados de la primera criba de los vertidos y, a la vez, tienen la capacidad de retenerlos en momentos críticos generados por lluvias intensas.

El director de explotación del saneamiento por parte de Acuaes, José Piñeiro, acompaña a La Voz en una visita a uno de esos tanques de tormenta, el denominado Esteiro 2, que está situado en la parte trasera de los edificios de la avenida de Esteiro conocidos como El gusano. Se trata de conocer los entresijos de unas instalaciones que se han integrado en el medio en el que se ubican y cuyo interior sorprende por la limpieza y la ausencia total de olores, a pesar de su contenido.

Las aguas residuales llegan a los tanques de tormenta procedentes de las redes de saneamiento y se depositan en las piscinas situadas en el sótano, en las que los materiales sólidos, como es el caso de las toallitas que tantos problemas generan en algunas ciudades y que aquí también hay, pero no llegan a colapsar las tuberías, pasan por un rodillo de dientes que minimiza su impacto. Según explica José Piñeiro, lo deseable sería que no las hubiese, lo que permitiría reducir costes, y también se desaconseja verter a la red aceites, que emulsionan y forman pelotas de grasa que pueden producen atascos en las conducciones.

          

Las aguas residuales -en los tanques de tormenta no se retira ningún residuo- suben después a las bombas que las elevan al interceptor y que, por gravedad, las envía a la estación de bombeo de A Malata, desde la que acaban en la EDAR de Caneliñas.

Freno a las inundaciones

Los tanques de tormenta tienen una capacidad de retención total de 30.300 metros cúbicos, que resulta muy útil para momentos puntuales, como cuando se producen lluvias intensas. De este modo se puede controlar la red, evitando inundaciones derivadas de aportes masivos de agua. A este respecto, José Piñeiro explica que los habituales anegamientos que se producen en determinados puntos de la ciudad son consecuencia de la acumulación hojas o basuras en las rejillas de los sumideros.

Los tanques de tormenta cuentan, para situaciones excepcionales, con unos aliviaderos que desembocan en la ría y están dotados con unos tamices que impiden el paso de sólidos como los plásticos.

Piñeiro asegura que estos alivios puntuales, que se producen en torno a 125 veces al año, tienen una duración de muy pocos minutos -el 0,67 % del tiempo que podrían estar vertiendo- y no representan ningún problema de contaminación, porque el aporte está diluido por el agua de lluvia. Y puntualiza que solo representan el 99,7 % de los residuos que generan Ferrol y Narón, en una media en tiempo seco de 36.000 metros cúbicos y de 66.000 los días húmedos.