Aniversario en la Ibérica: la droguería con más solera de Ferrol cumple 75 años

BEATRIZ ANTÓN FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

María Luisa Fernández Criado es hija de unos de los tres hermanos que pusieron en marcha la droguería y comanda en solitario el negocio desde el año 2015
María Luisa Fernández Criado es hija de unos de los tres hermanos que pusieron en marcha la droguería y comanda en solitario el negocio desde el año 2015 JOSE PARDO

Fundado en 1947, el establecimiento que comanda Marisa Fernández Criado sigue atrayendo a jóvenes y mayores con clásicos como el estropajo de esparto,  el tónico capilar Ron Quina o el desinfectante Zotal

26 dic 2022 . Actualizado a las 13:04 h.

Marisa Fernández Criado está convencida de que el comercio tradicional tiene los días contados, pero durante el tiempo que dura la entrevista para este reportaje el trasiego es casi constante en la Droguería Ibérica de Ferrol, donde todavía es posible encontrar artículos de toda la vida como la colonia Varón Dandy, los polvos de Maderas de Oriente o el tónico capilar Ron Quina. Por la puerta no dejan de entrar y salir clientes a cada poco rato. Y algunos de ellos se apostan frente al mostrador en busca de sus sabios consejos. «Necesito un tinte negro para teñir ropa, ¿cuál me recomiendas?». «¿Por casualidad no tendrás una de esas bolas para meter en el bombo de la lavadora con el detergente, verdad?». «¿Con qué puedo quitar esta mancha tan fea?».

ANGEL MANSO

El emblemático establecimiento que comanda Marisa en el 123 de la calle Magdalena celebra nada más y nada menos que 75 años de trayectoria en este 2022. Y, tras las escenas vividas esta mañana otoñal en este clásico del comercio ferrolano, ya casi ni hace falta preguntarle a Marisa por el secreto de tan longeva trayectoria. Pero la pregunta es obligada. Y ella le da respuesta en un pispás. «Si el negocio sigue abierto y resiste al paso del tiempo es porque la gente sabe que aquí va a encontrar solución a sus problemas y asesoramiento sobre qué producto utilizar para acabar con esa plaga de pulgas o cuál es el mejor artículo para lavar una determina prenda de ropa. Eso es algo muy difícil de encontrar en una gran superficie, donde el cliente va más a ciegas», explica Marisa, que comanda en solitario la Ibérica desde el año 2015, cuando su primo Tito, junto al que regentaba la droguería, se retiró.

Una placa conmemorativa recuerda a los tres hermanos que pusieron en pie el  negocio: Antonio, Francisco y Ángel Fernández Nistal
Una placa conmemorativa recuerda a los tres hermanos que pusieron en pie el negocio: Antonio, Francisco y Ángel Fernández Nistal

Los dos heredaron la tienda de sus padres —Ángel (el de Luisa) y Francisco (el de Tito)—, quienes junto a su hermano Antonio apuntalaron el negocio tras abandonar su pueblo natal, Llamas de la Ribera, en la provincia de León. «Los tres eran de origen maragato y sacaron adelante la droguería a base de mucho trabajo, esfuerzo y honradez, lo mismo que siempre nos inculcaron a mi primo y a mí», explica Marisa sobre los fundadores de la próspera droguería inaugurada en el año 1947, según atestigua una placa colocada a la entrada de la tienda.

En este punto no puede evitar emocionarse y tener un recuerdo especial para su padre, Ángel Fernández Nistal, que falleció el pasado verano a los 90 años de edad. «Últimamente siempre me decía que ojalá tuviera diez años menos para poder venir a ayudarme a la droguería, porque para él esto no era un trabajo, sino un hobby, porque le encantaba lo que hacía y lo disfrutaba muchísimo», rememora Marisa, que recuerda a su padre como un hombre «muy bueno» y que consideraba «como de la familia» a los comerciantes de la comarca a los que vendía productos al por mayor de la Ibérica. «De los tres hermanos, él era el que ejercía de comercial y andaba siempre de un lado para otro visitando a los clientes a los que servía la droguería», detalla Marisa, al tiempo que apunta que el establecimiento surtía a numerosas tiendas e instituciones como la Marina, el hospital o muchas residencias de mayores.

Los tres hermanos fundadores de la Droguería Ibérica de Ferrol (Ángel, Antonio y Francisco, segundo, tercero y quinto, empezando por la izquierda), junto a su padre, Vicente (segundo por la derecha) y otro hermano que no participó en el negocio, en una imagen tomada en la tienda en el año 1949
Los tres hermanos fundadores de la Droguería Ibérica de Ferrol (Ángel, Antonio y Francisco, segundo, tercero y quinto, empezando por la izquierda), junto a su padre, Vicente (segundo por la derecha) y otro hermano que no participó en el negocio, en una imagen tomada en la tienda en el año 1949

Desde hace unos cuantos años, la droguería ya no funciona como proveedor y solo tiene venta directa al público. Y aunque pudiese parecer lo contrario, los artículos clásicos que lucen sus estanterías, junto a otros más novedosos y recientes, no solo atraen a clientes entrados en canas, sino también mucho jóvenes que han aprendido a valorarlos por sus padres o abuelos o que recurren a ellos para darles un uso diferente al original.

«La gente mayor sigue comprando el estropajo de esparto por costumbre, pero ahora también lo piden muchos jóvenes ecologistas, porque es natural y no contamina,  y desde hace algún tiempo también se vuelven a demandar mucho el desinfectante Zotal, pero no para ese uso, sino para ahuyentar a jabalíes, topos y gatos, porque tiene un olor muy fuerte y los mantiene alejados», explica Marisa a modo de ejemplo. Otro de los clásicos que sigue teniendo mucho tirón en la Ibérica es el maquillaje Cedib, y por supuesto, la colonia Varon Dandy. «El fijador Patrico también se vendía bien, pero hace unos pocos años dejaron de fabricarlo», señala Marisa. 

En unos seis años le llegará la hora de la jubilación, y como el negocio no encuentra relevo generacional, lo más probable es que entonces la Droguería Ibérica baje la persiana para siempre. Pero, mientras tanto, ahí está Marisa para mantener vivo el legado familiar echando mano del abecé del espíritu maragato: trabajo, esfuerzo y honradez.