«La oportunidad de poder pisar la Antártida no tiene comparación»

Álvaro Alonso Filgueira
ÁLVARO ALONSO FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

CEDIDA

El ferrolano Óscar Rodríguez Díaz vive su segunda misión en el buque oceanográfico Hespérides: «Las palabras no hacen justicia a esta experiencia»

23 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Responde, a través del teléfono, camino a la Antártida por segunda vez en su vida. Es el cabo primero Óscar Rodríguez Díaz, un ferrolano nacido en el muelle hace 46 años que forma parte de la dotación del Buque de Investigación Oceanográfica Hespérides. Antes de subir a este buque, dio dos vueltas al mundo con el Juan Sebastián de Elcano (1992 y 1996) y pasó por las fragatas Baleares y Santa María, y el patrullero Medas. Asimismo, estuvo en tierra en la Unidad de Buceo de Canarias y en el Arsenal de Las Palmas. Un aficionado al motociclismo -es un «orgulloso» propietario de una Harley Davidson-, al deporte y a la lectura, que habla con La Voz sobre su nueva expedición.

-¿Qué tiene de especial ser parte de la dotación de este buque?

-La oportunidad de pisar la Antártida no tiene comparación. Pertenezco a un reducido grupo de afortunados que trabajan codo con codo con compañeros de la Armada y con científicos en un enclave único como este continente, y he tenido la oportunidad de entablar amistades únicas. Y me gustaría mandar un saludo al aresano Javier Cristobo, oceanógrafo con el que tuve el placer de compartir una campaña.

-¿Cuáles son sus funciones?

-Ejerzo como supervisor de puente, velando por la navegación del buque. También pertenezco al destino de maniobra a bordo y soy patrón de las embarcaciones que se emplean para el traslado de material y personal científico, así como de las operaciones de buceo.

-¿En qué se basa la expedición en la que están inmersos?

-Este año el buque navega hacia las islas Shetland del Sur con el fin de dar apoyo a la BAE (Base Antártica Española) Juan Carlos I (isla Livingston), que dirige y gestiona el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) a través de la Unidad de Tecnología Marina (UTM); y a la BAE Gabriel de Castilla (isla Decepción), que dirige y gestiona el Ejército de Tierra. El Hespérides no solo apoya la movilidad del personal investigador que tiene que desarrollar sus proyectos en tierra, sino que aporta el soporte logístico necesario a las dotaciones de las BAE proporcionando combustible, material para el funcionamiento vital de las instalaciones, y los insumos y víveres necesarios en las distintas escalas programadas.

-¿Y a bordo qué se hará?

-Se desarrollarán varios proyectos científicos, en colaboración con diversas universidades españolas de Madrid y Granada, así como colaboraciones con los programas polares de otras naciones como Bulgaria, Portugal, Colombia, Reino Unido y Uruguay.

-¿Qué tiene de especial estar en la Antártida?

-La Antártida es única. Es especial por lo inhóspita que es, por lo espectacular de sus paisajes, por su fauna… El ver a las focas sobre los icebergs, lo largos que son los días en el verano austral, la belleza de su clima… Las palabras no le hacen justicia a esta experiencia increíble. Quieres hacer fotografías todos el rato.

-Prácticamente no existen las noches en esta época del año...

-Poco más de una hora, y no es de noche del todo. Como estamos entretenidos, porque esto es un no parar, a veces no sabes si es lunes o si es miércoles, ni si son las tres o las seis de la mañana.

-¿Cuáles son los mejores momentos de la misión?

-Cada campaña está llena de momentos inolvidables. Recuerdo la primera vez que subí al puente a montar vigilancia pasada la medianoche con un café y empecé a ver hielos antárticos acompañado de un grupo de ballenas. Llevaba navegando más de 20 años por todos los mares del mundo y hasta entonces no había visto nada comparable. También recuerdo, por ejemplo, una ocasión en la que me quedé atrapado con la embarcación entre hielos y fui testigo de la más absoluta tranquilidad. Es sobrecogedor el poder oír el silencio. Por supuesto, la camaradería que se vive con compañeros y científicos me trae muy buenos recuerdos.

-¿Y los peores?

-Lo peor es estar lejos de mi familia y de mi chica, a la que me gustaría saludar desde aquí. Es una pena no poder compartir esta increíble experiencia con ellos.