La falta de un censo de casas vacías impide la prevención de incendios

FERROL CIUDAD

ESTEVO BARROS

El fuego de ayer en Canido eleva a ocho el balance de este año, cuatro de ellos en un mes

05 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La falta de un censo de las viviendas deshabitadas en la urbe impide a las fuerzas de seguridad realizar controles preventivos para impedir la okupación de las mismas y, consecuentemente, los incendios que se vienen produciendo con creciente frecuencia. Según el jefe de la Policía Local de Ferrol, José Antonio Chao, en la situación actual, con una plantilla de personal mermada y sin disponer de una relación de los inmuebles vacíos, resulta inviable poder realizar una vigilancia sobre las casas abandonadas.

A su modo de ver, lo ideal sería elaborar un censo que contemplase si la vivienda está vacía y si, por su grado de deterioro, se puede considerar que está abandonada, porque es la circunstancia que aprovechan los okupas o los indigentes que solo las utilizan para pernoctar. Lo que nadie duda ya es que si hay incendios es porque hay gente dentro, puesto que estos inmuebles carecen de elementos que puedan generar fuego, como la electricidad o el gas, que son los primeros servicios que se dan de baja al abandonar una vivienda.

En el caso del incendio registrado ayer en la calle Ínsua del barrio de Canido, los bomberos no vieron a nadie, como ocurre casi siempre, pero la sospecha sigue apuntando a que había okupas. El interior estaba lleno de desperdicios, de ahí que las llamas alcanzasen una gran virulencia, calcinando la primera planta y la cubierta, que se vino abajo casi por completo.

El de calle Ínsua vino a acrecentar la cifra de incendios en viviendas deshabitadas de Ferrol. En lo que va de año se han registrado ocho, los cuatro últimos en poco más de un mes.

Los barrios más afectados son Canido y Ferrol Vello, porque son los que registran el mayor número de viviendas ruinosas, pero entre los cuatro más recientes también figura uno en un edificio de Santa Mariña y otro en una casa de San Xoán. Este último con la repercusión de que la propietaria de la casa colindante acaba de denunciar públicamente a través de este periódico que, transcurrido más de un mes, aún no ha podido regresar a su hogar a causa del agujero que causó el fuego en la medianera.

Alrededor de 180 okupaciones

A falta de ese necesario censo con las localizaciones concretas, la Policía Local estima que en Ferrol puede haber alrededor de 180 viviendas okupadas por familias en situación de precariedad o indigentes, de las que una buena parte corresponden a las casas de propiedad municipal del barrio de Recimil.

El concejal de seguridad de Ferrol, Álvaro Montes, achacó ayer la situación generada con los incendios en casas okupadas a la falta de atención de los propietarios, a los que lanzó un mensaje en el sentido de que tienen que cumplir con la normativa y atender los requerimientos del Concello.

No obstante, aseguró que este tipo de sucesos responden a un patrón común con otras ciudades de Galicia, añadiendo que, si bien hay indicios de que la mayoría de los fuegos tienen su origen en las actividades de los okupas, no hay pruebas reales que permitan actuar contra ellos.