Este domingo se celebra en Mondoñedo la ofrenda a la Virxe dos Remedios, que es la patrona de la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol. O Voto dos Remedios, como a tantos nos gusta seguir llamándole. Una ceremonia que además cumple ahora 80 años. Como ustedes saben, la imagen de la Virxe dos Remedios se venera en uno de los más hermosos templos de Galicia, alzado en el lugar en el que anteriormente había una pequeña capilla. El santuario que hoy vemos fue edificado en el siglo XVIII por el obispo Sarmiento, prelado que en el Tiempo de las Luces brilló por su inmensa erudición y por su afán constructor (como huella de su pontificado dejó, además de ese templo, algunos edificios más, verdaderamente extraordinarios), pero que por lo visto debía de gastar un insufrible mal genio, que lo llevó a tener enfrentamientos legendarios con varios canónigos de la catedral. De hecho, a alguno de esos canónigos, aprovechando su doble condición de obispo diocesano y señor de la ciudad, no dudó en meterlo en la cárcel. Pero en cualquier caso, y al margen de su mal carácter, Sarmiento también debió de ser un grandísimo devoto de la Virgen, puesto que, cuando vio que sus días iban tocando a su fin, pidió que lo enterrasen no en la catedral, como era costumbre, sino en el santuario que había edificado. Y allí es donde descansa Su Ilustrísima, arrodillado sobre su propio sepulcro; viendo pasar, inmóvil, la días y las noches; convertido en una estatua de piedra policromada. A mí me gusta mucho ir al Voto dos Remedios todos los años. ¿Qué puedo decirles...? Hay lugares a los que uno, más que ir, en realidad está volviendo siempre, ya saben. Sobre todo, para dar allí las gracias.