El percebe ya supera los 100 euros el kilo

A. F. C. CEDEIRA, CARIÑO / LA VOZ

CEDEIRA

JOSÉ PARDO

Los profesionales de Cariño y Cedeira fían buena parte de sus ingresos a la Navidad

13 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Los percebeiros de las cofradías de Cedeira y Cariño fían una buena parte de sus ingresos a la campaña de Navidad, que concentra en pocos días una elevadísima demanda, aunque siempre está condicionada por la meteorología. En lo que va de mes, los profesionales solo han podido faenar dos días, el lunes y el martes de la semana pasada, cuando el kilo de este crustáceo superó los 100 euros. La cotización máxima en la lonja de Cedeira en diciembre ha sido de 105, dos menos que en el mismo período del año pasado; y en la de Cariño, de 135, nueve más que en los 12 primeros días del último mes de 2016.

«Dependemos del tiempo, el caso es que nos deje ir al mar», señala Juan Carlos Pardo Galdo, percebeiro y patrón mayor del pósito cariñés. En la cofradía ortegana, las ventas de percebe representan, en lo que va de año, el 39,7 % de la facturación global, lo que revela el peso de este producto. La diversificación es mayor en la rula de Cedeira, donde el percebe ha generado este año 1.521.249 euros, equivalentes al 23,9 % de la cifra global, que alcanza los 6.352.471, siempre según los datos de la plataforma tecnológica Pesca de Galicia.

«As previsións son que o luns e o martes da semana que vén mellore o tempo, podería valer. Pero os prezos soben nesta época porque ao facer mal tempo o percebe escasea. Así que o ideal sería ter dous días bos á semana que nos deixen faenar, de aquí ata Reis», sostiene Antonio Tojeiro, percebeiro de Teixidelo, en Cedeira. Cuando, de manera excepcional, el mar se ha comportado con benevolencia en esta época del año, los precios del percebe se han precipitado. «El primer día están altos, pero a partir de ahí, al haber más oferta, van bajando paulatinamente», constata Pardo Galdo, que ha vivido muy pocos diciembres de buena mar en las más de dos décadas que lleva saltando a la piedra.

Tojeiro apunta, por otro lado, que los menús de las comidas navideñas suelen programarse con cierta antelación, por lo que, «se de repente vén bo tempo e hai moito percebe, non se vende tan ben; a xente xa ten feitos os encargos». A diferencia de lo que ocurre en verano, opina, cuando se canaliza con mayor facilidad el excedente, aunque las cotizaciones máximas se queden por debajo de las obtenidas en Navidad.