La campaña navideña ha evidenciado el creciente peso de este tipo de operaciones
22 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.«Que levante la mano quien no haya sucumbido a la tentación de realizar una compra desde el móvil, sentado en el sofá de su casa». Manuel, ortegano de 27 años, desafía a sus convecinos, «incluyendo al tendero del barrio». Las ventas por Internet crecen año tras año, en detrimento del pequeño comercio, que afronta el reto de competir con un mercado gigantesco y una oferta casi ilimitada. «Es una losa y va a más», reconoce el presidente de la Asociación de Comerciantes y Hosteleros del Casco Viejo de Cedeira, Francisco Zaera. La reciente campaña navideña ha evidencia el creciente peso de las operaciones a través de la Red.
«Lo nota todo el mundo, las cosas van cambiando y comprar por Internet es muy cómodo», apunta Ana Villar, propietaria de Dkora, tienda de mueble auxiliar, decoración y regalo de Cariño. «A los comercios pequeños no nos lo ponen nada fácil, yo no puedo competir en precio comprando dos o tres unidades de un artículo», señala. Pero no siempre se consigue un producto más barato en el entorno digital. «Hace poco un cliente recibió un libro por mensajería que le había costado 30 euros y aquí lo tenemos a 25», cuenta Montse Armada, de la librería Ramos, en Ortigueira.
El envío gratuito como gancho
Las empresas de transporte urgente conocen bien este fenómeno, más evidente entre la gente joven. «Este Nadal repartín moitísimos máis paquetes que o anterior, con isto dos contas premium de Amazon estase disparando», comenta un repartidor que cubre Mañón, Cariño y Ortigueira. Los envíos gratuitos tientan y a veces enmascaran el coste real del pedido o la utilidad. «Hay gente que compra de forma compulsiva», alerta Zaera. Este nuevo competidor, cuyo impacto podría superar al de los primeros hipermercados de las ciudades o los populares centros comerciales, viene para quedarse.
«Es inevitable, pero lo principal es la mentalidad de la gente. ¿Aporta algo al pueblo comprar por Internet, genera riqueza? Yo también compro, pero primero miro si lo que busco lo hay en Cedeira. Habría que hacer campañas de concienciación, pero falta unión en el sector», opina Zaera, responsable de la joyería Farruco. «Es un competidor que va a más y, para colmo, en muchos casos son grandes empresas que ni cotizan en España», advierte Francisco Bouza, presidente de la Asociación Comercio y Hostelería Ortegana (ACO).
Por Internet se compra de todo, desde un par de calcetines a un televisor, un colchón o un plantón de haya. «Puedo ver los productos, comparar y escoger sin prisa el de mejor precio, y en dos días lo tengo en casa», esgrime María, de Ortigueira. ¿Y si llega defectuoso? «Lo devuelves sin problema», indica. «A veces se llevan chascos y después vienen aquí a quejarse», afirma Mar Fernández, de la tienda de ropa infantil Arena y Chocolate, de Cedeira. «Y te traen el reloj para que se lo repares», abunda Zaera.