A la caza de la avispa velutina

ANA F. CUBA ORTIGUEIRA / LA VOZ

CARIÑO

JOSÉ PARDO

AGA Ortegal logra permiso de la Xunta para destruir nidos situados a gran altura con varios disparos de escopeta simultáneos, que realizarán cazadores del Tecor

07 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Ni las pértigas ni las góndolas de los camiones de bomberos permiten alcanzar los nidos que la Vespa velutina nigrithorax construye a gran altura, normalmente en las copas de los eucaliptos. En algún caso, la distancia, unos 40 o 45 metros, lo impide, y en otros, la ubicación, inaccesible para cualquier vehículo de emergencias. ¿Cómo destruir estos avisperos? La delegación ortegana de la Asociación Galega de Apicultura (AGA) ha logrado la autorización de la Consellería de Medio Ambiente para abatirlos con escopetas de caza.

«Xa se fixo na zona do Morrazo e tamén no País Vasco, con moi bos resultados. Aquí temos que agradecer a colaboración do Tecor (Territorio cinegéticamente ordenado) de Ortegal, que abarca os municipios de Ortigueira, Mañón e Cariño», indica Manuel Rodríguez Gómez. El experimento se llevará a cabo dentro de unos diez días, en cuanto el GES les facilite las coordenadas de los nidos a derribar, una docena, según las estimaciones del responsable de AGA en la zona.

«Un técnico de Medio Ambiente supervisará a manobra e tamén estaremos os apicultores. Dous ou tres cazadores dispararanlle ao niño, todos ao mesmo tempo, e se fai falla, de maneira repetitiva», explica. Utilizarán munición especial, señala, «que abre a partir dos 30 metros e segue ampliando diámetro ata os 100. O niño queda acribillado ao recibir varios impactos á vez, polo que apenas vai haber superviventes dentro». El avispero se destruye, sin posibilidad de regeneración. El mes de octubre resulta idóneo para realizar esta operación, «antes de que saian as raíñas», añade Rodríguez Gómez.

De este modo se evita la construcción de nuevos enjambres en el área afectada. «É penoso estar gastando tanto na prevención e na retirada de niños se despois deixas a semente neses que están a gran altura e que non se poden fumigar nin destruír doutra maneira», subraya este apicultor, que insiste en que se trata «dunha medida extrema, para casos sen outra alternativa, non dunha solución ao problema».

La actuación se preparará estudiando el ángulo y la distancia idóneas para disparar, por la noche o a primera hora de la mañana para garantizar la presencia del mayor número de insectos en el interior, con cobertura legal y seguros. Y se centrará en los avisperos localizados en los alrededores de colmenares de los socios de AGA, que costea la munición que emplearán los cazadores, «que van de xeito totalmente altruísta», remarca.