Ferrol, abarrotada en un inicio espléndido de la Pasión: «La Semana Santa se vive en la calle, salen las familias enteras»

A. F. C. FERROL / LA VOZ

FERROL

Los monaguillos, 416 de tres a nueve años, fueron los protagonistas en la bendición del Domingo de Ramos

13 abr 2025 . Actualizado a las 19:15 h.

El Domingo de Ramos fue «fantástico, fantástico, con sol, la temperatura ideal y la procesión, que discurrió perfectamente», resumía César Carreño, presidente de la Junta de Cofradías, a última hora de la mañana, justo cuando estaba llegando uno de los pasos de la Borriquita [la procesión de la Entrada triunfal de Jesús en Jerusalén], organizada por la Cofradía de Dolores. «Semana Santa-1, Tiempo-0. Pero a lo mejor mañana nos meten goleada. Hay que ir partido a partido, y ahora esperar a la tarde, con la procesión del Ecce Homo [desde la capilla de la Orden Tercera, dirigida por la Cofradía de la Soledad]», añadía, en alusión al desfile de esta tarde (19.00 horas). Siguiendo con el símil futbolístico, Carreño destacó la presencia de los monaguillos, 416 de entre tres y nueve años: «Es el futuro garantizado, una cantera enorme que te da ánimos y mucha alegría».

Los más pequeños culminaron el recorrido en brazos de sus madres y sus padres, portando las palmas, que lucieron especialmente bajo el sol desde la plaza de Amboage, a rebosar de gente. Y es que, como explica el responsable de la Junta de Cofradías, «la Semana Santa, en Ferrol, se vive en la calle, salen las familias enteras, abuelos, padres y niños, amigos...». Con las terrazas llenas de gente. Primero partió la procesión de Jesús Amigo de los Niños, de la Cofradía de las Angustias, tras la bendición de los ramos y con la música de la agrupación Nuestra Señora del Nordés y la Banda de Nuestra Señora de las Angustias. Poco después arrancó el desfile de la Entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, la Borriquita, al ritmo de las formaciones del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, Amargura y Nuestro Padre Jesús Nazareno.

Cinco cofradías organizan las 24 procesiones y la ceremonia del Desenclavo de la Semana de la Pasión ferrolana; y cada una de ellas mueve en torno a medio millar de personas, «portadores, hombres y mujeres que portan la imagen por devoción, cofrades de pleno derecho», subraya Carreño. Todos miran al cielo. «No importa si hace frío o calor, con tal de que no llueva, las imágenes no pueden mojarse, es nuestro patrimonio, hay que dejárselas a los herederos», apunta. La ciudad entera comparte este deseo, que nada perturbe el desarrollo de las procesiones.

La procesión de Dolores, el Lunes Santo, con el Cristo Rey y la Virgen de la Amargura

La procesión de Dolores, con las imágenes del Cristo Rey la Virgen de la Amargura, partirá a las nueve de la tarde de este Lunes Santo. Durante las tres horas anteriores, la Cofradía de Dolores revivirá la experiencia del año pasado, con la apertura de las puertas de su corralón para permitir que los fieles se acerquen a las imágenes «cuando están en sus tronos y preparadas para la salida», según explican desde la Junta de Cofradías. Será desde las seis de la tarde, en el espacio contiguo a la iglesia de Dolores, que acaba de reabrir. La hermandad de Amboage, que este año ha recuperado su sede canónica después de siete años cerrada por obras, protagoniza el único desfile procesional de esta jornada.

Comenzará a las nueve, descenderá por la calle Méndez Núñez hasta la Real y girará a la derecha para llegar a la Magdalena por Arce. Seguirá hasta la calle Tierra para regresar por la Real. En cuanto al acompañamiento musical, correrá a cargo de Acotaga, la Agrupación Musical del Cristo de la Buena Muerte y la Banda Municipal de As Pontes.

Las dos imágenes

La imagen de Cristo Rey pertenece al colegio homónimo y el tercio que la acompaña fue fundado por personas vinculadas a este centro educativo, «por lo que destaca la participación de niños y niñas». En cuanto a la talla de la Virgen de la Amargura, «fue la primera que hizo el imaginero sevillano Fernando Murciano para la Cofradía de Dolores». En 2009 fue el estreno, «e inauguró una fructífera relación, que trajo a Ferrol la réplica de san Juan Evangelista, la Oración en el Huerto y las dos imágenes del paso Jesús de la Columna».