Otro corte en el bulevar de As Pías de Ferrol: «Está todo levantado y no hay nada hecho»

FERROL

Coches este lunes por la mañana, retrocediendo al toparse con el paso del túnel de la calle Nova de Caranza cortado.
Coches este lunes por la mañana, retrocediendo al toparse con el paso del túnel de la calle Nova de Caranza cortado. César Toimil

Conductores, vecinos y negocios estrenan con desconcierto y temor el cierre definitivo al tráfico del túnel de la calle Nova de Caranza y piden celeridad

02 oct 2023 . Actualizado a las 22:28 h.

El día uno del nuevo corte del túnel de la calle Nova de Caranza se recibía ayer con malestar en Ultramar. Lo decían los rostros de los conductores, molestos, que se topaban de frente con ese paso inferior cortado. La escena se repetía ayer pasadas las nueve de la mañana hasta once veces en un minuto: vehículo procedente de la rotonda del Diapasón intentaba acceder por ese punto a Ultramar. Al frenazo de encontrarse de repente con las señales le seguían las maniobras para retroceder y dar media vuelta. Y los peatones, que hasta que comience el derribo del túnel pueden seguir transitando por él, asistían a la repetición en bucle de la operación en ambas bocas.

El iniciado ayer es el segundo corte de tráfico al que las obras del bulevar de As Pías someten este punto. En la ocasión anterior, en noviembre del pasado año, se anunció por una semana, y se prolongó tres meses. Y vecinos y negocios de la zona guardan todavía un aciago recuerdo de aquello. El estreno de este nuevo corte y sus dificultades de comunicación eran ayer la comidilla en los mostradores. En un establecimiento de víveres básicos, el dependiente se ofrecía a acercarle en futuras ocasiones la compra hasta el domicilio a una clienta que, empujando su carrito, se lamentaba de no saber por dónde iba a poder pasar.

El tendero mostraba su indignada bienvenida al corte: «Fatal, la información es nula», reprochaba. «Dijeron que cerraban a las ocho de la mañana: a las cinco y media ya estaba cortado», denuncia. «Todos los que pasaban para Bazán, llegaban ahí y daban la vuelta. Yo tampoco pude entrar», criticó. Y llueve sobre mojado: «La otra vez dijeron que cortaban una semana y fueron varios meses. Y fue horrible», recuerda. «La parte de los clientes de abajo no vienen», recuerda. «Ahora dicen que va a ser un año, hasta el final de la obra, y no aclaran si va a haber paso peatonal, si van a hacer un baipás provisional para coches...», enumera, criticando el ritmo de las tareas. «Semejante obra y no hay obreros, no hay máquinas», apunta considerando insuficientes los medios dedicados. Y sugiere su propuesta de solución: abrir un paso para los coches a un lado del túnel, entre el antiguo concesionario de Opel hasta el parque canino. «El problema es que está todo levantado y no hay nada hecho», resume.

En una cafetería de la zona se improvisa una tertulia. «Parécenos fatal que o corten, porque si que se nota, e bastante: xente que viña por aquí de paso a tomar café, xa non», resume la hostelera basándose en la experiencia anterior. «Hoxe [por ayer] de momento aínda non se nota», señalaba al filo de las diez.

Y entre los clientes se desata el debate en torno a la solicitud municipal de un baipás: «Solicita porque está gobernando o outro en Madrid, se fora da Xunta...», dice un cliente que asegura «asumir» las molestias de la obra porque «é unha necesidade, que é convinte. O problema é que é unha de envergadura. Pero claro, nos enteramos agora de que levan máis dun ano traballando e vai o 20 % nada máis», reprocha, mientras asiente su contertulio. «Para tres ou catro anos hai ben», le da la réplica, previendo un retraso en la conclusión de las obras. «Como vecino», responde el primero, «estoy muy contento porque cuando terminen esto va a ser la Gran Vía», apostilla con sorna, pero confiando en el resultado. Pero coinciden en una petición común: «Que acaben pronto».

«Es un poco complicado», admite la dependienta de otra tienda cercana al paso recién cerrado. «Mucha gente viene en coche y no tiene forma de llegar aquí. E incluso para nosotros, que venimos cargados con cosas, si no tenemos forma de traer la furgoneta hasta aquí, también nos afecta». Pero, aduce, «es un mal menor. Imagino que quedará genial, pero mientras, es un trastorno para todos», admite.

El alcalde dice que el ministerio ve «viable» el baipás

El alcalde de Ferrol, José Manuel Rey Varela, aseguró que el nivel de ejecución de la obra de humanización de la avenida de As Pías está «por debaixo do 20 %». «Isto temos que solucionalo», señaló abogando por «tentar recuperar o tempo perdido». Tras el escrito remitido por el Concello a la Demarcación de Carreteras, reclamando un baipás que garantice la conexión de Ultramar y Esteiro «nos din que é viable», por lo que «agardamos que se poida executar canto antes». También apuntó a la «boa disposición» ministerial ante la petición de la ampliación del ámbito de actuación, para extender la transformación de la vía hasta el cruce con la carretera de Castilla. Y también a la de construir una rotonda en Nova de Caranza en lugar del cruce a nivel previsto en el proyecto original. Aunque la obra es de responsabilidad del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, el regidor asegura que «todos somos corresponsables».

Visita oficial del delegado del Gobierno a las obras

El delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, encabezará hoy la primera visita oficial a las obras de transformación de la avenida de As Pías desde su arranque, el 1 de junio del 2022. Está prevista a las once de la mañana en la calle Sartaña, en la zona de O Bertón. Y a ella está previsto que asistan también la subdelegada, María Rivas, el alcalde en funciones, Javier Díaz, y la concejala de Urbanismo, Blanca García.