Tras la calma política favorecida por el astro solar de agosto, llegó un pleno municipal de la corporación ferrolana, con la oposición muy entonada echando abajo las propuestas importantes del gobierno local. Se trataba, nada más y nada menos, de aprobar las cuentas de Emafesa, el servicio de jardines y el saneamiento. Y, mientras, la mayoría real y soñadora —ajena como si padeciera una castración intelectual— observaba un rayo de luz que entraba en el salón de sesiones y mostraba una batalla que protagonizaban las nubes y el sol. Y es que, al parecer, su razonable deber político ya no son los problemas de la ciudad, ni ayudar a hacer de los plenos una república bien ordenada, son las elecciones municipales, que se encuentran ya a la vuelta de la esquina, el año que viene.
El comercio ferrolano no lo está pasando como era lo deseable. La crisis económica, los súper y los establecimientos chinos se están llevando buena parte de la tajada económica. Mientras los asiáticos están a lo suyo y calladitos, la publicidad en la televisión arrastra hacia los grandes almacenes y nos cuenta lo mejor y lo peor de nuestras propias vidas. Con tanto y tanto anuncio de por medio, hay noches que es deseable darle descanso también al aparato. Pero, con todo, hay que subrayar que el comercio local no arroja la toalla ni la arrojará, y para activar los negocios, incentivará el consumo con regalos dentro de la campaña O noso comercio, a nosa historia. Entre tanto, seguiremos pensando que los malos programas de televisión superan a los buenos.
Primos gemelos, O Parrulo y el Baxi, soportan con deportividad los viacrucis que les imponen sus categorías en el fútbol sala y en el baloncesto, respectivamente. O Parrulo vive del imprescindible apoyo del restaurante que le da su nombre y de un puñado de ferrolanos incondicionales, por lo general amigos de O Parrulo. En el baloncesto femenino, Baxi es una empresa bien dotada en aérotermia y climatización que patrocina el equipo que esta cubriendo el hueco que dejó el gran OAR de Juan Fernández. Tiene una plantilla muy corta de admirables jugadoras, pero no por breve son menos autenticas. A saber, viajan en autocar propio, y con vocación de liderazgo su presidente Santiago Rey es un dirigente joven y vigoroso que sabe muy bien buscar dividendos para su club.