Normalidad

Antía Urgorri Serantes
Antía Urgorri EL ACUARIO

FERROL

14 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Hacía mucho calor. Mucho. Por lo menos 30 grados. Las gotas caían por la frente. La playa se presentaba como la mejor de las opciones. Charlar, bañarse o dar un paseo. Lo puso en el Whatsapp y se apuntaron casi todos los del grupo. Quedaron a las cinco en la playa de Cabanas.

Si la tarde sobre la toalla se alargaba, y se hacía tarde, siempre quedaba la posibilidad de tomarse una hamburguesa en uno de los chiringuitos de la playa. Y seguir conversando y arreglando el mundo hasta que oscureciese.

No había prisa. Ya era casi verano. Las clases habían prácticamente terminado y las notas no habían sido del todo malas. «No llegar demasiado tarde», se repitió para ella, recordando que mañana, domingo, había comida familiar, a la que acudirían sus abuelos, ambos ya vacunados.

Después de leer varios de los wasaps del grupo, se sentó sobre el sillón y pensó que aquello que iba a vivir esa tarde era lo más parecido a la «normalidad» que recordaba antes de la pandemia. Habían quedado sin más, sin preguntarse si aquel plan que había ideado era viable con las restricciones del momento, y eso que, aún las había.

Sonrió pensando en que los domingos volvían a ser día de comida familiar y en que no hubiese que mirar el reloj cada atardecer para cumplir el toque de queda.

A la cabeza le vinieron miles de recuerdos de los meses pasados, pero los apartó de su cabeza de un plumazo. Cogió su bolsa de playa, las gafas de sol y se ajustó la mascarilla. Metió otra de repuesto en el bolso. Y pensó en lo mucho que había aprendido de todo aquello, y se propuso saborear esa tarde al máximo.