Las evaluaciones con los biocombustibles se llevarán a cabo en la siguiente etapa

La Voz

FERROL

18 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La finalización de la planta desulfuradora es un requisito imprescindible para que se lleven a cabo las pruebas con biocombustibles que, actualmente, suponen la única oportunidad de que la térmica pontesa continúe operativa. La eléctrica, que ya llevó a cabo el pasado año varias simulaciones con una mezcla de carbón, de lodos procedentes de depuradoras, y biomasa, volverá a realizar una segunda tanda, una vez que finalicen las pruebas de funcionamiento de la planta desulfuradora.

Para lograr reducir al máximo las emisiones contaminantes a la atmósfera, Endesa también dotó a la térmica de la villa minera de una planta desnitrificadora, que consta de varios tanques de urea, materia que se utiliza para reducir el óxido de nitrógeno. Los equipos de estas instalaciones ya entraron en servicio hace unos meses y, según explicó el director de la central, Ignacio Sainz, operan con total normalidad.

Dos grupos menos

Aunque Endesa ha completado la reforma de sus instalaciones, el pasado verano decidió no conectar dos de sus cuatro grupos generadores -la central tiene una potencia total de 1.400 megavatios- a la planta desulfuradora, ya que las previsiones más optimistas apuntan a que, aunque se mantuviese activa, únicamente podrían operar dos grupos.

Por el momento no hay fecha fijada para llevar a cabo las pruebas físicas con biocombustibles en la central, aunque algunos análisis previos ya se han desarrollado en los laboratorios de la térmica.