La vuelta al cole ya se hace notar en librerías y tiendas de uniformes

M. ANEIROS / C. L. FERROL / LA VOZ

FERROL

JOSE PARDO

El comercio local lucha contra las grandes superficies y las compras por Internet con precios más bajos y un trato familiar

18 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

A menos de un mes para la reapertura de las aulas de los colegios de educación infantil y primaria, los profesionales de la venta de libros de texto, material de papelería y uniformes escolares viven su temporada alta, aunque, según informan los comerciantes, la campaña empieza ya en el mes de junio. «Tengo clientes que el mismo día que acaban los colegios y les dan la lista de libros ya vienen a encargarlos», comenta Alberto Pena, de la librería Estraviz.

Algo similar ocurre con los uniformes escolares, pues, como explica María del Mar Bermúdez, propietaria del comercio Carsip, «hay un goteo de clientes durante todo el verano», aunque coincide con Mónica Neira, de la tienda Comas, en que «el bum de ventas es en septiembre».

A pesar de que los bancos de libros siguen representando un hándicap para el sector de los libreros, los pequeños comerciantes buscan la manera de continuar atrayendo clientes. «Ofrecemos precios lo más competitivos posible», explica Alberto Justo, de la Central Librera de la calle Dolores, que asegura tener «los precios más baratos en los libros de primaria y bachillerato», puesto que aplican, sobre su precio fijo, «el mayor descuento que nos permite la ley». No obstante, asegura que los cheques de la Xunta y del Concello hacen que el gasto en libros se reduzca casi a cero para muchos.

Además, con el fin de competir con la comodidad de las compras por Internet, la librería de Alberto Justo también se ha sumado y «a través de la página web puedes seleccionar el centro de tus hijos, ir al curso que corresponde y comprar directamente los libros, ya sea para recibirlos en casa o para recogerlos en la tienda».

El pequeño comercio cuenta este año con un competidor menos en la zona, ya que Alcampo ha dejado de comercializar libros de texto. Algo que no extraña a Alberto Pena, que afirma que «los márgenes que dejan los manuales escolares son cada vez más miserables, por lo que mantener el catálogo de libros de texto es más que nada por seguir ofreciendo un servicio». Pese a la ausencia del gigante en el negocio, el propietario de Estraviz constata que «la campaña está siendo idéntica a la del año anterior». «La gente que viene a la librería es por conciencia de protección al pequeño comercio o porque prefieren el trato más cercano», mantiene Pena, que asegura tener muchos «clientes que vienen rebotados de grandes superficies, quejándose por una atención deficiente o porque no han sido capaces de solucionarles los problemas».

Uniformes y mandilones

Para los colegios que así lo requieren, los uniformes representan un gasto a mayores para los padres, que suele rondar los cien euros por menor, aunque resulta muy complicado estimar su coste puesto que, según explica María del Mar Bermúdez, que trabaja con los trajes de casi todos los centros concertados de la comarca, «depende muchísimo del colegio y de si los padres deciden comprar la equipación completa o solo parte de ella».

Los artículos de papelería y la mochila completarían la cesta de la compra, excepto para los niños más pequeños, que también necesitan mandilón. «Puedes encontrarlos desde 12 euros hasta 30», explica Mónica Neira, aunque advierte de que «entre enero y febrero siempre hay otro pico de venta, porque los más baratos no suelen aguantar el curso».