El cenobio de las Fragas do Eume, convertido en emblema provincial

J. Corral FERROL

FERROL

JACOBO AMENEIRO

Más de 56.000 personas visitaron el Monasterio de Caaveiro a lo largo de 2018

03 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

«Un lugar mágico». El monasterio de Caaveiro, enclavado en el pleno parque natural Fragas do Eume, se ha convertido en el monumento más visitado de Ferrolterra y, sin duda, en un emblema del patrimonio provincial. Pero, ¿qué lo hace especial?

Poco tiene que ver con los grandiosos monasterios cistercienses -está formado por pequeñas viviendas unidas en torno a un campanario-. Sin embargo, impone. «Es un enclave singular, construido sobre agujas de roca, y rodeado de cuatro montañas casi idénticas en dirección norte, sur, este y oeste. Esto significa que allí se da una relación arquitectura naturaleza única», explica José Manuel Yáñez, jefe de la sección de arquitectura de Diputación y autor de la obra San Juan de Caaveiro: un monasterio entre la naturaleza. Añade además que «esa relación de la arquitectura del monasterio con el entorno, con dos ríos que lo abrazan, hacen que sea un sitio hechizante». Y la mitología le confiere «un halo de misterio».

«No se rehabilitó para que fuese un centro de interpretación o un hotel, fue simplemente para poder leer esa arquitectura. El propio espacio te cuenta su historia», explica Yáñez, tras describir que se optó por consolidar muros, poner cubiertas nuevas y pavimentar la subida desde donde concluye el vial que bordea el río Eume desde Ombre. Además, Yáñez invita a conocer las construcciones que rodean el cenobio (bodega, molino, camino medieval...) para imaginar cómo era la vida de los monjes, y relata que antes había «un paisaje similar al de Ribeira Sacra, con una amplísima zona de viñedo».