El BNG suma apoyos en la comarca y conserva sus feudos

J. Corral FERROL

FERROL

cedida

La subida de votos experimentada en Ferrolterra no le alcanza al Bloque para asegurarse nuevas alcaldías

01 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Cómo les fue a los nacionalistas el pasado 26M? Los resultados del BNG fueron más que desiguales en las localidades de Ferrolterra, Eume y Ortegal. Y aunque en términos absolutos la formación puede presumir de haber arañado apoyos en el conjunto de las localidades -820 votos más que en 2015-, lo cierto es que baja en número de concejales -39 frente a 41- y que el avance resulta insuficiente para amarrar nuevas alcaldías.

Un balance de rápido permite concluir que los vecinos respaldan el «modelo BNG» allí donde los nacionalistas ostentan el bastón de mando. De ahí que la formación conserve sus dos grandes feudos en la zona: San Sadurniño y Moeche.

Así, el Bloque mantiene los resultados obtenidos en 2015 en la primera de las localidades. Secundino García encadena su tercera mayoría absoluta, manteniéndose por encima del 57 % de los sufragios y ganando en la totalidad de las mesas electorales del municipio, con la excepción de la de Santa Mariña do Monte.

«Quere dicir que a cidadanía valora moi positivamente o traballo feito durante o mandato», señaló el regidor en funciones, en declaraciones a Radio Voz. Sus retos inmediatos: «poñer máis recursos para a atención aos maiores, suprimindo a lista de espera na atención á dependencia», agilizar la aprobación del plan general de urbanismo y conseguir que los más jóvenes no tengan que dejar el municipio para ganarse la vida.

La alcaldesa más apoyada

También su homóloga de Moeche puede presumir de resultados. Su porcentaje de voto es el más espectacular de la comarca. En su duelo con los populares, Beatriz Bascoy subió de una tacada 14 puntos, consiguiendo nada menos que el 68,12 % de los votos emitidos, lo que se traducirá en un concejal más que en el 2015. Una mayoría absolutísima, a pesar de lo que Secundino García remacha: «Moeche merecía aínda moitísimo máis, porque fixeron un traballo inxente».

Por su parte, la regidora modestina apunta varias claves de su contundente victoria: «Non vendo fume. Eu teño un programa realista, sen grandes promesas, que intentarei cumprir. Hai que seguir cos mesmos principios que ata agora: a transparecia e a participación de toda a veciñanza».

Y anota como objetivos para el próximo mandato continuar la mejora del recinto ferial, crear una pista permanente para la tradición cabalar, dotar a Lavacengos de un local social y llevar el abastecimiento de agua a más núcleos rurales.

Una posible vuelta

Las alegrías de los nacionalistas durante la noche del domingo no se ciñeron a estos dos pequeños municipios. En Fene, el exregidor Juventino Trigo, desalojado en 2018 de la alcaldía tras la moción de censura impulsada por Partido Popular y Somos Fene, pegó un auténtico subidón. Los nacionalistas no lograron por muy poco su reto de convertirse en la fuerza más votada del municipio, pero, eso sí, lograron empatar en actas con los populares (seis).

El BNG ganó pues dos ediles y tiene opciones serias de gobernar. No obstante, los enfrentamientos personales del candidato y de miembros del PSOE, que con cuatro ediles tienen la llave de gobierno, podría truncar un pacto de izquierdas, lo que daría vía libre a un nuevo ejecutivo del PP. Todo es posible.

Llave de gobiernos

Además, la falta de mayorías absolutas en algunos municipios de la zona convierte a los ediles nacionalistas en claves para posibilitar ejecutivos de izquierda. Es el caso de Cabanas o el de Ferrol. Mientras en Narón, después de cuatro años de tripartito con Terra Galega, el apoyo de los dos ediles del BNG, que suben ligeramente, permitiría a TEGA disponer de la estabilidad precisa. Aunque tiene más opciones.

Por contra, la ola socialista le restó peso al BNG en municipios como Cedeira y Neda, donde, tras haber formado parte del ejecutivo, mantienen el número de ediles, aunque ya no son necesarios para la gobernabilidad. Y bajó en Ares, Cariño, Mugardos, Monfero y Ortigueira. En esta última villa, a falta de tres votos, perdieron el único concejal que tenían. En As Pontes y Pontedeume conservan posiciones.