Terra Galega mantiene su hegemonía en Narón ante un PP que se estanca

J. CORRAL NARÓN

FERROL

A la actual alcaldesa le bastaría el apoyo de otro partido de la izquierda para gobernar

19 may 2019 . Actualizado a las 12:49 h.

Narón seguirá siendo el gran feudo de Terra Galega. La foto del arco plenario después del 26M variará muy poco con respecto a la actual, a tenor de los resultados de la encuesta realizada por Sondaxe para La Voz. Un vistazo rápido al estudio permite extraer cuatro conclusiones: la formación que lidera la regidora Marián Ferreiro será nuevamente la más votada, obteniendo 9 de los 21 ediles. La suma de fuerzas del tripartito en la ciudad será idéntica a la actual (14 concejales), el PP de Germán Castrillón ha de conformarse con mantener posiciones y los electores castigan a la oposición más férrea del actual ejecutivo, Eliximos Narón.

TEGA

La alcaldesa Marián Ferreiro afronta la segunda semana de campaña con una holgada ventaja sobre sus rivales políticos. Un 36,5 % de los encuestados avanza que el próximo domingo optará por la papeleta de Terra Galega, que sería la formación favorita en todos los tramos de edad, salvo entre los menores de 30 años. El partido acusa un cierto desgaste después de décadas de gobierno -obtendría dos puntos menos que en el 2015-, aunque se mantiene a enorme distancia del resto de grupos en estimación de voto. Y consigue 9 ediles, más incluso que Xosé Manuel Blanco en su primer mandato. Aventaja a su inmediato rival, el PP, por nada menos que 14,5 puntos en estimación de voto. Y aunque los apoyos no le bastan para gobernar en solitario, tendría muy fácil revalidar la Alcaldía. Las opciones son múltiples. Un bipartito con cualquiera de las fuerzas de izquierda le alcanzaría para tener una mayoría estable. Tampoco sería descabellado repetir el tripartito actual, con PSOE y BNG. Y una tercera alternativa, aunque improbable, sería recurrir al PP. En cualquier caso, los pactos están en el ADN de TEGA Narón.

PP

Los populares, liderados esta vez por el expiloto y exregidor de Cabanas, Germán Castrillón, deberán echar el resto para cumplir su objetivo de desalojar de la Alcaldía a Ferreiro. A pesar de la potente campaña «Arranca Narón», el nuevo candidato repetiría los resultados de su predecesor Miguel de Santiago. Con un 22 % del voto estimado (una décima más que hace cuatro años) obtendría cinco concejales. Unos resultados alejados de las expectativas generadas, tal vez por el efecto contagio de las elecciones generales.

PSOE

El viento sopla a favor del PSOE, hasta ahora socio de Ferreiro. Y la candidatura que encabeza José David Pita, a pesar de sus enfrentamientos internos, que acaban siempre por ser públicos, obtendría un 11,1 % en intención de voto (2,1 puntos más que en los anteriores comicios locales). Y esta subida le permitiría contar con un edil más en las bancadas del Consistorio, alcanzando los tres concejales. Su principal caladero de votos se encuentra entre los más jóvenes.

BNG

También amplía apoyos el BNG, el otro socio de Ferreiro durante el mandato que termina, aunque el aumento es más ligero que el de los socialistas. Y así, si en 2015, con el veterano Pablo Villamar, obtenía 8,1 % de representación, con Olaia Ledo alcanzaría el 9,5 %. Un incremento que no se traduciría en más ediles. Los nacionalistas volverían a contar con dos concejales. 

Narón por diante

Finalmente, las últimas dos actas en juego corresponderían a concejales de Narón por diante, la plataforma de izquierdas, que lidera el actual concejal de Esquerda Unida, André Abeledo, que sumaría el 10,7 % de los apoyos en estimación de voto, 4,6 puntos más que EU en solitario. Se le complica el anunciado sorpasso.

 Sin representación

Peor suerte correrían las otras dos formaciones que concurren a las elecciones del domingo. Solo un 4,3 % de los encuestados estiman que votarán a Eliximos Narón. La formación retrocede, perdiendo su único concejal, Alfonso Casal. Y tampoco Nico Arcos, al frente de Ciudadanos arañaría los votos suficientes para formar parte del pleno. En estimación de voto, se queda con un 3,7 %, perdiendo un punto con respecto al 2015. Con todo, queda partido, pues el volumen de indecisos y votos opacos alcanza aún el el 30,8 %.