Cerca de una treintena de asociaciones aspiran a ubicar su sede en el centro comercial
13 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.La iniciativa de transformar Portanova -rebautizado por el gobierno local como centro comercial do Inferniño- en un gran centro social ha tenido buena acogida entre las asociaciones de la ciudad. Así, un total de 28 entidades sin ánimo de lucro optan a hacerse con uno de los locales vacíos de la malograda área comercial del Ensanche A.
El pasado lunes caducaba el plazo para solicitar el uso de uno de los locales existentes en las distintas plantas del área empresarial que abría sus puertas a mediados de los noventa y que, poco a poco, se fue vaciando hasta llegar a la agónica situación actual, en la que solo permanecen abiertos el supermercado Gadis, locomotora del espacio desde su apertura, y una óptica. Y, según la información facilitada desde el consistorio, la demanda de espacios supera la oferta.
De los 27 locales disponibles, dos se reservan para la escuela infantil que el Ayuntamiento pretende que ponga en marcha el Consorcio de Benestar Social. Y según apuntan las bases, otro de los antiguos espacios comerciales está cedido, gracias a una cesión nominativa -cuestionada cuando se activó el actual proceso de adjudicaciones- a la asociación Ferrolterra Amigos del Ferrocarril para la construcción en el lugar de un museo sobre esta temática.
Por tanto, se ofertaron un total de 24 locales con superficies que abarcan desde los 10 a los 240 metros cuadrados, advirtiendo las bases que en una decena de casos los locales «están divididos en el frente de forma precaria con paneles de madera».
Por tanto, de entrada, al menos cuatro asociaciones sin ánimo de lucro, incluidas en el Rexistro municipal de entidades cidadás, se quedarán sin hueco en la nueva casa de asociaciones de la ciudad.
Examen de las candidaturas
Explican desde el Concello que el próximo paso será la comisión de valoración, un órgano encargado de estudiar las solicitudes presentadas y puntuarlas. Así, sumarán puntos las que tengan más socios, las que desarrollen más actividades, aquellas que tengan más impacto en los intereses de la población, y las que centren su actividad fundamentalmente en el Ensanche A y en el Ensanche B.
«Asignados os puntos resultantes da ponderación realizada, ordearase de maior a menor as entidades participantes, tralo cal, e por ese orde, escollerán sucesivamente os locais dispoñibles», apuntan las bases del proceso de adjudicación. Un documento en el que también se anota que tanto los gastos corrientes como las obras que quieran hacer las entidades correrán a cargo de las mismas.
Adiós a un motor económico
La decisión del ejecutivo de Jorge Suárez de ceder a asociaciones los locales de Porta Nova no convence ni a la Asociación de vecinos del Ensanche A, ni a los negocios del centro ni al principal partido de la oposición, el PP.
De hecho, todos ellos abogaban por destinar Porta Nova a usos que contribuyeran la dinamización económica del barrio y que contribuyeran a la creación de empleo.
Una opción que queda ahora totalmente cercenada. No en vano, se establece que la cesión de las instalaciones será, en principio, por una década. Y ni siquiera se contempla la creación del anunciado espacio municipal para emprendedores, uno de los proyectos que inicialmente se barajaron para el centro comercial.
El gobierno local contempla cesiones durante una década para entidades sin ánimo de lucro